La oferta, disponibilidad y consumo de cocaína en el país va en aumento. Así lo demuestra el VIII Estudio Nacional de Drogas realizado por el gobierno.
De acuerdo con las cifras, el 1,8% de los encuestados admitió haber consumido cocaína durante el último
año. Esta es la cifra más alta desde 1994, cuando comenzaron las mediciones. Desde 2004, el consumo de esta droga estaba estancado en 1,3%.
El estudio reveló un leve descenso en el consumo de marihuana. Este alucinógeno fue incorporado, en febrero del año pasado, en el listado de drogas duras, lo que implicó un endurecimiento de las penas asociadas a su comercialización.
En los adolescentes, el uso de marihuana aumentó de 7,4% a 9,1%. Además, el 25% de los jóvenes encuestados declaró que el último año recibió ofertas para consumirla. El año pasado, el decomiso de marihuana aumentó un 63% y el de cocaína disminuyó un 4%.
El informe evidenció, además, que el precio de la cocaína ha bajado en un 20% durante los últimos cuatro años, por lo que se ha transformado en una droga cada vez más accesible para todos los sectores.
También se incrementó del 5% al 6,4% la población que declaró que alguien le ofreció esta droga en el último año. En los jóvenes, el ofrecimiento de esta sustancia llega al 12%. El consumo de cocaína aumentó en la población juvenil de 2,8% a 3,8% y se ha incrementado en sectores de menos ingresos.
La directora del Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (Conace), María Teresa Chadwick, sostuvo que el aumento de cocaína es leve, pero debe constituir una alerta. En ese sentido, dijo que hay que "redoblar los esfuerzos en materia de prevención y de lucha contra el microtráfico".
Según Chadwick, el estudio también dejó en evidencia que la cocaína "no es más esa droga a la cual solamente puede acceder la gente rica, sino que ha bajado su precio y eso es bastante fuerte para el consumidor".
Destacó que el 75% de la población considere que la cocaína es riesgosa, y dijo que esta cifra no demuestra que esté ingresando más cocaína al país, sino que revela un cambio de estrategia de los narcotraficantes.
El subsecretario del Interior, Patricio Rosende, coincidió en que no está ingresando más droga al país.
"Tenemos la impresión de que la labor policial de control ha sido efectiva, eso ha obligado a los traficantes a reducir el precio de la cocaína para poder vender lo mismo que antes y llegar a sectores más amplios".
Sin embargo, el senador RN Alberto Espina sostuvo que el gobierno, "en materia del control de consumo de drogas, ha fracasado".
"Esta situación ya era escandalosa el año anterior, cuando se indicaba que el 43% de alumnos declaraba haber visto droga en su colegio", dijo.
Ana Luisa Jouanne, directora ejecutiva de Corporación La Esperanza, subrayó que "lo que nosotros estamos diciendo es 'ojo con el aumento que hay de cocaína'. La posibilidad que un porcentaje de esto pase a una droga más dura es real".
Según Jouanne, hace dos años advirtieron que a Chile iba a ingresar cocaína más barata. La razón: en EE.UU. y Europa se está consumiendo mayoritariamente metanfetamina, una poderosa droga sintética de gran poder adictivo. "Al haber menos demanda de cocaína en esos países, nosotros la vamos a recibir más barata", dijo la experta.
Sin embargo, el diputado Cristián Monckeberg (RN) dijo que es un error "la explicación de que aumentó el consumo de la cocaína porque bajó de precio. Es tapar el sol con un dedo".
Catalina Droppelmann, investigadora de Paz Ciudadana, explicó que llama la atención "ver cómo la cocaína en el nivel socioeconómico bajo está más presente que en el alto. Lo cual derriba el estigma de que en ese grupo el principal problema es la pasta base".
El estudio también midió por primera vez el consumo de heroína, que llegó al 0,1%. El de crack (sucedáneo de la cocaína) se elevó al 0,2%.
Para el diputado Carlos Abel Jarpa (PRSD), presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana, "no hay una concepción de que el problema de la droga es de salud, más que de seguridad ciudadana, no hay políticas que puedan desincentivar su uso".