Arqueólogos hallaron la tumba de un faraón llamado Senebkay. Es la primera evidencia de la existencia de una tercera dinastía de faraones, que gobernó el centro de Egipto -entre los reinos del norte y del sur- cerca del año 1600 a.C. Los últimos dos reinos se fusionaron en el siglo que siguió, pero la existencia de una tercera dinastía apunta a que la fusión pudo ser más compleja de lo que se creía.