Siempre nadó contra la corriente. Por lo menos contra la corriente que en Chile decía que tocar las sinfonías de hora y media de Gustav Mahler era un disparate. O que dedicarse a interpretar al griego Iannis Xenakis, un creador que igualaba las matemáticas con la música, no era precisamente lo más vendedor. Juan Pablo Izquierdo, el director de orquesta chileno más relevante de los últimos 30 años, hace tiempo que también parecía nadar contra la corriente de los premios nacionales de música. Ayer, finalmente, todos bailaron a su ritmo y el conductor se llevó el galardón.
La razón esgrimida por el jurado fue: "El reconocimiento es por el aporte de Juan Pablo Izquierdo al desarrollo musical nacional en el ámbito del repertorio orquestal y su estímulo a músicos de las nuevas generaciones en Chile y el extranjero". Los miembros del jurado eran el ministro de Educación, Harald Beyer; la ganadora del Premio 2010, Carmen Luisa Letelier; el miembro de la Academia Chilena de Bellas Artes Luis Orlandini; el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, y el rector de la Universidad de La Serena, Nibaldo Avilés.
"Este premio es una enorme ayuda al proyecto de la Orquesta de Cámara de Chile, un galardón que quisiera compartir con mis músicos y con el público que nos sigue", sostuvo Izquierdo poco después de ser notificado de ganar el Premio Nacional de Música, cerca de las 18.30 horas. El músico de 77 años también recordó su paso como titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago en la década de los 80: "Fue una gran época, la pudimos transformar en una agrupación de excelencia y tocar otro tipo de música, contra la tendencia de los que pensaban que la gente quería escuchar siempre lo mismo o sólo ópera. Repetimos bastantes conciertos y los hicimos gratuitos en las iglesias. Creamos más sistemas de abonos también".
La decisión de entregarle este premio fue unánime, aunque en esta oportunidad hubo más discusión que nunca. En la pelea por el galardón estaba también Vicente Bianchi, el compositor popular chileno que ha postulado en 15 oportunidades y que ya tiene 92 años. Varias voces se han alzado en los últimos años para que la música no docta también tenga su lugar en este galardón (sólo Margot Loyola lo obtuvo en 1994) y la semana pasada hubo un recital en tributo a Bianchi.
Al enterarse de que el galardón fue para Izquierdo, el autor de Misa a la chilena dijo: "El no se lo ganó, se lo dieron. Pero no importa, porque el jurado tiene la decisión, ellos son los dueños y señores. El debe ser bueno, pero yo poco conozco su estatura musical, le entregué partituras mías y no las tocó nunca, No creo que le interese la música chilena. Si no me lo dieron nuevamente, ya no me lo van a dar, ya tengo 92 años y no me siento bien".
Sobre el caso de Bianchi, el Premio Nacional de Música 2004 Cirilo Vila sostuvo: "Tal vez una solución sería que hubiese un premio para esa área de la música popular o que el premio se diese todos los años. Pero dárselo a Izquierdo es una muy buena decisión. Es un músico de primera categoría y que ha hecho un trabajo muy serio y profundo, tanto con las obras clásicas como con las de nuestra época".
De la U. de Chile a Viena
Formado en la Universidad de Chile, con estudios en Viena y discípulo de grandes de la dirección, como el alemán Hermann Scherchen y el estadounidense Leonard Bernstein, Juan Pablo Izquierdo se ha desempeñado desde el 2008 como el director titular de la Orquesta de Cámara de Chile. Con este conjunto dependiente del Consejo de la Cultura ha realizado varias giras a regiones y a comunas del Gran Santiago.
Difusor de la música contemporánea e innato formador de orquestas, durante 17 años estuvo al frente de la Orquesta Filarmónica Carnegie Mellon de Pittsburgh (Estados Unidos), un conjunto que él mismo ayudó a crear. Con esta agrupación se presentó por años en varios escenarios de EE.UU., entre ellos el Carnegie Hall (Nueva York) y el Kennedy Center (Washington). Con ellos también grabó varias obras de compositores del siglo XX, entre los que están el mencionado Iannis Xennakis (que fue amigo de Izquierdo), Edgar Varèse, George Crumb y Giacinto Scelsi. Es más, Izquierdo aún tiene lazos con el grupo, con el que ganó un premio Diapason D'Or, uno de los más importantes de la industria discográfica clásica.
En los años 80, Juan Pablo Izquierdo asumió la dirección de la Orquesta Filarmónica de Santiago con la misión de reformularla. La transformó en una de las mejores de Sudamérica, incorporando nuevo repertorio a sus atriles. Así fue como Gustav Mahler se hizo conocido en Chile.