Al menos como anzuelo publicitario, todos comparten los mismos superlativos. "¡Bienvenidos a Desert Trip! Una experiencia única en la vida con seis íconos del rock and roll". Esa es la frase con que se promociona el festival Desert Trip, ese banquete de rock clásico que este fin de semana reunirá a Bob Dylan, The Rolling Stones, Paul McCartney, Neil Young, The Who y Roger Waters en California. Pero, ¿las composiciones de Young son tan populares e influyentes como las de McCartney? ¿Exhibe Dylan esas ventas de tamaño oceánico que posee Waters a bordo de Pink Floyd? ¿Están realmente los seis en un mismo peldaño?
En lo que distintas voces coinciden es que, al menos en el casillero del impacto masivo, Young observa desde atrás. "Está un nivel por debajo de los otros artistas, pero aún sigue siendo más importante que el 95% de los músicos reconocidos", cuantifica Deena Weinstein, socióloga estadounidense y autora del libro Rock'n America: A social and cultural history, situando al canadiense como una suerte de faro de ética artística y un creador cuya crudeza levantó las raíces del grunge.
De hecho, es el mismo balance que sugiere James McDonough, la pluma tras Shakey (2002), una de las mayores biografías del hombre de Hey hey my my: "En popularidad sale perdiendo, no tiene cómo competir. Pero en términos de influencia, su legado es igual de sólido, sin discusión. Para una generación completa de jóvenes de las últimas décadas es una influencia total. Eso no lo pueden decir muchos de este line-up".
"Es un gran compositor y muy respetado entre sus pares por una cuestión de integridad que en esa esfera del estrellato, tan corporativa, cuesta encontrar. Pero no existe el gran hit de Young que todos saben", apunta Marcelo Contreras, crítico de La Tercera. Por su parte, Mauricio Jürgensen, también periodista de este diario y de Cooperativa, analiza: "Su carrera solista es mucho más relevante (y más prolífica) que la de Waters o incluso que la de McCartney. A la par de Dylan, probablemente con altos y bajos. Pero si el festival pretende ser un encuentro con las leyendas de la era dorada del rock, su inclusión viene a llenar el espacio del genio de temperamento frágil".
Más radical es Alfredo Lewin, de radio Sonar: "Si vamos a cuestionar a Young como el más débil, uno podría afirmar lo mismo de The Who, que sólo sobrevive la mitad y no toda la experiencia que representaron. O de Waters, que sólo se afirma del cancionero de Pink Floyd, pero no vamos a decir que tiene un catálogo solista increíble". Para Diego Manrique, el crítico de música más reputado de España, hay un motivo menos musical: "Representa la cuota californiana en el cartel, porque es el más conectado con la utopía contracultural de los 60".
La tertulia se puede volver aún más reñida si el foco gira a las cifras. En toda la historia del ranking Billboard, Young luce un número uno (Heart of gold, 1972), mientras que ni Waters, ni Dylan, ni The Who pueden contar tal mérito. El reverso lo encarna Macca: acumula 29 primeros lugares, sumando su vida grupal (The Beatles y Wings) y en solitario.
Para Gonzalo Planet, líder de la banda chilena Matorral, la voz de Yesterday es por lejos el más relevante de la cita. "No hay dudas con respecto a que es el más importante en todo, el único que puede considerarse una verdadera leyenda viviente, y más aún en plena forma artística". Lewin coincide: "Paul es el único que explica la irrupción de todo el resto, incluso la del Dylan".
De hecho, el otro que araña la corona del inglés es el cantautor de Like a rolling stone. "En términos de influencia, Dylan es el hombre. Estoy seguro de que le han estudiado todos los demás participantes en el festival, por lo menos en los 60", dice Manrique. Finalmente el abanico se multiplica mucho más a la hora de otro juego igual de caprichoso: el de los ausentes del festival. Eric Clapton, Plant & Page, Queen, Eagles, Van Morrison, Leonard Cohen, Brian Wilson y Ray Davies desfilan entre los mencionados. Pero Desert Trip ya tiene a sus elegidos.