El sur de Chile concentra el mayor número de termas de Sudamérica, según la Subsecretaria de Turismo. El dato no sólo demuestra el potencial turístico del país en esa área, también refleja la temperatura de este negocio en los últimos años. La Asociación Gremial Chile Termas -que reúne a 26 empresas- estima que en 2008 existían en el país unas 70 termas con algún tipo de explotación comercial. Pero en los últimos tres años, la cifra ha subido a cerca de 80.

Estas nuevas termas se concentraron sobre todo en la IX Región, zona que "ha contribuido al crecimiento por su gran cantidad de fuentes termales y afluencia turística", explica Nicolás Blanco, gerente general de Chile Termas. El otro factor ha sido la creciente tendencia a buscar activividades de relajación y bienestar, añade.

Victoria Bianchini, gerenta general de Termas El Corazón -a 87 kilómetros al norte de Santiago, propiedad de la familia Bianchini Frost-, coincide. "Hay más conocimiento de las termas y se ha ligado al sub negocio de la medicina preventiva", afirma la empresaria.

Según la Subsecretaría de Turismo, en Chile existen 270 fuentes termales, que van "desde pozas al aire libre como también centros turísticos que ofrecen servicios integrales de alta calidad", indica Jacqueline Plass, subsecretaria de Turismo.

El negocio ha crecido notablemente y Gonzalo Navarrete, gerente de marketing de Nevados de Chillán, calcula que los destinos termanles se han duplicado en los últimos 10 años. La firma tiene exclusividad en la explotación de las termas minerales de Chillán, concesionada por 30 años, la administración de montaña (centro de esquí) Valle Hermoso y el hotel Nevados de Chillán.

El alza se refleja en el número de visitas. En Nevados de Chillán, éstas aumentaron un 25% anual en los últimos tres años. En verano, las ventas han aumentado en un 30% anual en el mismo período, agrega Navarrete.

A nivel general, la tendencia es similar. Según Chile Termas, en 2010, cerca de 700 mil personas visitaron las termas del país y para 2015 se prevé un millón de personas. Sólo en la Región de La Araucanía -con casi 40 fuentes termales-, las visitas que hospedan en los establecimientos turísticos crecieron un 40% entre 2000 y 2010. En este nicho, el fuerte es el público nacional, con un 83%, según Chile Termas. Le siguen los europeos, con 9%; el resto de Latinoamérica, con 5%, y otros como EEUU, Asia y Oceanía, con 3%.

El sector termal nacional "tiene una proyección muy optimista" de crecimiento, añade Blanco y cita un estudio de 2009 de la Fundación Empresarial EuroChile para el sector, que indica que éste tiene una proyección de aumento de ventas "superior al 12% anual, lo que sumaría sobre un 50% en los próximos cinco años". La industria a nivel nacional factura unos US$ 20 millones, según EuroChile.

En general, la mayoría de las termas explotadas comercialmente está en propiedades privadas. Por ello, "es usual que aquellas con un mayor desarrollo en cuanto a su infraestructura y servicios estén en manos de privados", afirma el gerente del gremio. Pero hay casos donde los propietarios pueden ser comunidades indígenas, comunidades de agua y municipios, quienes, a su vez, concesionan el recurso.

Emblemáticas por su tiempo de operación son, a juicio de Blanco, las Termas de Pica, Socos, Jahuel, Corazón, Colina, Cauquenes, Panimávida, Catillo, Chillán, Río Blanco, Tolhuaca, Puyehue y Puyuhuapi, por nombrar algunas.

Si es un buen negocio o no, Gonzalo Navarrete, de Nevados de Chillán, opina que la terma como producto único no es tan conveniente como su combinación con una canasta de productos.

En el caso de Termas de Puyehue, la operación es parte del grupo hotelero de Transoceánica, del grupo Schiess, responsable también de la administración de Termas Aguas Calientes. Si bien se vieron afectados en 2010 por el terremoto y el año pasado por la erupción del volcán El Caulle, "estamos consolidando los ingresos a nivel estable", indica Kees Aerts, gerente general de Puyehue.

Aerts cuenta que el gran cambio en términos del negocio vino en 2007, cuando el hotel pasó a un sistema all inclusive. Desde entonces, "hemos visto un incremento anual de entre 20% y 25% en las visitas".

Del total de sus ventas, la mayor parte -un 40%- corresponde a turismo familiar. Los eventos corporativos se llevan un 30%. A futuro, Puyehue tiene planes de expansión. "Estamos trabajando en la ampliación de un nuevo pabellón de habitaciones y en infraestructura en general", dice Aerts. Hoy, la estadía en Termas Puyehue parte en $ 127.000 por persona por noche, lo que incluye alojamiento, comidas, bebidas y actividades, entre otras. Un pase diario, en tanto, bordea los $ 50 mil para adultos, con todo incluido, en temporada alta.

A juicio del ejecutivo, es un negocio "interesante, pero complejo", ya que el producto depende mucho de la naturaleza. Además, "hay muchos operadores de termas en Chile, en todo tipo de categoría, lo que incrementa la oferta", señala.

Según Bianchini, de Termas El Corazón, las visitas vienen creciendo un 10% al año. "Al principio era sólo turismo y ahora hay también turismo de empresas", precisa. Con ventas entre $ 140 millones y $ 150 millones mensuales, el alojamiento con pensión aporta un 75% de la facturación. El gasto promedio es de $ 30 mil para quienes van por el día y $ 75 mil por persona, en habitación doble.

Las tarifas son variables y parten de $ 3 mil o $ 6 mil, "en termas rústicas que ofrecen pozones en tierra o piscinas básicas descubiertas", detalla Nicolás Blanco.

Los pases diarios permiten usar piscinas exteriores o techadas, con hidromasaje. "Es la opción más demandada, para familias o parejas que pernoctan en un lugar diferente y que van sólo por el día", afirma el gerente de Chile Termas. En este caso, los valores van desde $ 6 mil a $ 20 mil diarios.