Como una señal de "la esperanza con que se encomendaron a Dios", el Papa Benedicto XVI decidió colgar en su departamento del Vaticano la bandera chilena firmada y enviada por los 33 mineros durante su encierro.
Según dijo el portavoz, padre Federico Lombardi, el Papa la ha tenido expuesta "recordando cada día en sus plegarias a esos hombres hasta el momento de su rescate".