1. EL CONFLICTO

El martes 6, un tweet encendió las alarmas en La Moneda. La ministra del Sernam, Carolina Schmidt -la mejor evaluada del gabinete en la encuesta de Adimark, junto a Andrés Allamand (Defensa)-, cuestionaba directamente al Presidente Sebastián Piñera, quien en la víspera había bromeado en una cumbre presidencial en México. "Cuando una dama dice que 'no', quiere decir 'tal vez'; cuando dice 'tal vez', quiere decir 'sí', y cuando dice 'sí', no es dama", había indicado el Mandatario.

"Ese tipo de bromas no me hacen mucha gracia", posteó Schmidt dos días después de esos comentarios, sorprendiendo al oficialismo. El miércoles reiteró las críticas y el viernes, en una entrevista en Qué Pasa, indicó que le había parecido una broma "hiriente" para las mujeres.

Aunque sus dichos iniciales molestaron en La Moneda, fueron sus últimas declaraciones las que gatillaron una llamada telefónica del Mandatario para reprenderla directamente. Tras esto, Schmidt "lamentó" que sus declaraciones hubieran servido para que algunos intentaran "dañar la imagen" del Presidente.

La noche del viernes, en todo caso, llegó junto a su marido hasta la casa que Piñera mantiene en Cachagua, donde cenaron distendidamente y dieron por cerrado el episodio.

2. ALIADOS

Fue la aprobación de la extensión de tres a seis meses del posnatal lo que llevó a Schmidt, hace un par de meses, a los primeros lugares de evaluación en las encuestas. Fue también en la tramitación de dicho proyecto cuando tejió lazos con la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei (UDI), la senadora RN Lily Pérez y su ex subsecretaria y actual intendenta metropolitana, Cecilia Pérez (RN).

Con ellas, la ministra comenzó hace un par de meses a diseñar uno de sus próximos proyectos, de mayor perfil político: una ley de cuotas para incentivar la participación femenina en elecciones. Este grupo es el que se ha reunido en su casa y ha compartido, incluso, citas privadas con el Presidente Sebastián Piñera.

Su perfil liberal, sus buenas cifras en los sondeos y su buen manejo comunicacional, incluso han llevado a algunos en el oficialismo a verla como una figura para asumir una cartera más visible en un eventual cambio de gabinete. Mientras que desde la UDI y RN la han sondeado para asumir una postulación de cara a las elecciones senatoriales de 2013.

3. ADVERSARIOS

Fue en la misma entrevista en Qué Pasa en que cuestionaba a Piñera donde la ministra dio sus primeras señales concretas no sólo de disponibilidad para una candidatura senatorial, sino también de su interés en ser vista como presidenciable. Ahí, Schmidt cuestionó el hecho de que en el oficialismo atribuyeran esa categoría a Allamand y al ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, siendo que había otras mujeres también bien evaluadas, como ella o Matthei. También dijo que había recibido ofertas para asumir en otra cartera, sin explicitar cuál.

Estas señales levantaron la inquietud de varios en la Alianza y de otros tantos en La Moneda. Aunque se estima que está muy lejos de convertirse en una amenaza real para Allamand o Golborne, algunos dicen que su postura podría generar ruido al momento de que los partidos deban alinearse en torno a los ministros para zanjar la carta del sector.

Así, algunos en el oficialismo apuntan a que el ímpetu por marcar diferencias y perfilarse podrían acarrear desorden. Como ocurrió esta semana, cuando las declaraciones de Schmidt aparecieron cuestionando al Mandatario, pese a que el ministro Andrés Chadwick le había pedido -en una conversación en privado, el miércoles- guardar silencio y terminar con las alusiones al tema.

4. OBJETIVOS

Potenciar su perfil político y explorar eventuales candidaturas es uno de los objetivos de la ministra mejor evaluada del gabinete. Sin embargo, varios en el oficialismo señalan que le juega en contra su escasa experiencia política y su origen "técnico": es una de las pocas representantes del gabinete original del Presidente Piñera, cuyo diseño marcadamente independiente fue dado por superado en julio pasado, con el ingreso de Chadwick y Pablo Longueira, sumándose a Allamand y Matthei, incorporados en enero.

Así, varios creen que la ley de cuotas podría ser una apuesta para retomar presencia pública. Esto, pues en el gobierno señalan que, más allá de la polémica de esta semana -que reinstaló el debate sobre la informalidad del Mandatario en las normas protocolares-, Piñera tiene una buena evaluación de su desempeño y potencial. Esto, sumado al interés de la UDI y RN por explorar nuevos rostros para las parlamentarias de 2013, podrían abrirle camino para proyectar una carrera política.