En 1965, La novicia rebelde obtuvo el Oscar a mejor película y consagró a Julie Andrews como una de las actrices más importantes del momento. Ese año era inaugurado el cine Pedro de Valdivia. El centro de la capital ya no era el único espacio para grandes salas. Santiago Oriente adaptaba el concepto de cine de barrio y el público abarrotaba los cines Oriente, Las Lilas, El Golf y Las Condes. Era una época en que las golosinas preferidas por los espectadores para disfrutar la función eran las dulces cabritas y no el salobre popcorn actual.
Quienes acudan al nuevo restaurante que se abrirá en junio, en el edificio del ex cine Pedro de Valdivia -que cerró en diciembre de 2007-, podrán enterarse de éste y otros datos históricos gracias a la decoración del local.
El recinto estará plagado de referencias relacionadas con la industria cinematográfica, la historia del barrio y los estrenos que marcaron la antigua sala, emplazada en la esquina de Av. Francisco Bilbao con Av. Pedro de Valdivia, en Providencia.
El dueño del local, el empresario gastronómico y hotelero Francisco Torre, remató la propiedad en 2008, con la intención de construir un apart hotel. Sin embargo, luego de analizar la viabilidad del proyecto y conversar con los vecinos -quienes manifestaron su tristeza por la posible demolición del edificio-, optó por construir un restaurante, manteniendo la fachada del ex cine y, además, decorándolo con afiches de películas.
"Quisimos preservar la identidad del cine. Hicimos cinco murales, ubicados en los comedores, que se relacionan con la historia del cine Pedro de Valdivia y del sector en general", adelanta Torre.
Jaime Venegas, arquitecto de la remodelación, explica que la idea de los decorados es recordar las películas que se exhibían en los momentos clave del ex cine, como la construcción del edificio (1959), la inauguración (1965), la remodelación del 2000 y la apertura del restaurante (2011).
"Los murales decorativos también harán mención a los hitos históricos del barrio, como la inauguración de la Escuela de Carabineros o la habilitación del Palacio Falabella como Municipalidad de Providencia", comenta Venegas.
Según Andrés Daly, arquitecto y experto en la historia de los cines de Santiago, la importancia del cine Pedro de Valdivia se relaciona con que en ese lugar se estrenaban las pocas películas chilenas que se filmaron en los años 80.
"En ese cine se usaban grandes lienzos hechos a mano para publicitar los filmes, al igual que en el cine Las Condes", explica. "Me parece interesante el proyecto del restaurante, porque era importante que no pasara lo mismo que ocurrió en el cine Las Lilas, donde un edificio de viviendas reemplazó al inmueble", añade.
El nuevo restaurante, bautizado como La Hacienda Gaucha, tendrá dos niveles y una capacidad para 400 personas. Incluirá un estacionamiento subterráneo con capacidad para 25 autos y una terraza ubicada en el lugar donde antiguamente se ponían los lienzos y los carteles de las películas que se exhibían. "El área donde antes estaba el proyector también se mantuvo y desde ahí se podrá ver la inmensidad de la antigua sala", comenta Venegas.
Para Sergio Astaburuaga, presidente de la junta de vecinos del sector, el cierre del cine fue una pérdida importante para el barrio, aunque alaba el proyecto del restaurante. "Algunos íbamos a ver películas, pero salvo las matinés infantiles, no se llenaba", cuenta. "Que se mantenga la fachada y tenga menciones al barrio me parece muy positivo. En Santiago y en Providencia, por lo general, no se conserva nada de lo antiguo", remata.