Para quien nacía en Chile en 1950, su expectativa de vida no superaba los 55 años, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Los hombres, en promedio, tenían 53 años de esperanza de vida al nacer (EVN) y las mujeres, 57 años. La expectativa ha cambiado drásticamente, según el último informe de Estadísticas Sanitarias Mundiales 2014 de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El documento establece una EVN promedio para 2012 en el país de 80 años: 76 para los hombres y 83 para las mujeres.
"La esperanza de vida expresa el número promedio de años que podría vivir una persona de cierta edad a partir de un momento dado", resume Gustavo Villalón, demógrafo del INE. Los factores que contribuyen al aumento de la esperanza de vida a través del tiempo, indica, son los avances en medicina, las mejoras en la industria farmacéutica, la disminución general de la mortalidad y las mejoras en la cultura sanitaria de la población, entre otras.
Juan Carlos Oyanedel, director del Programa de Estudios Cuantitativos y Opinión Pública de la U. de Santiago, explica que uno de los primeros aspectos que mejora el indicador es la disminución de la mortalidad infantil. "Las mejoras en esas áreas son las que más afectan, después vienen las políticas de mantención de salud, el control de epidemias y luego, el cuidado de salud del adulto mayor. Hoy en Chile la mortalidad neonatal ya no es tema", explica.
A mediados del siglo pasado, de cada mil niños que nacían, 120 morían antes de su primer cumpleaños. Hoy, en cambio, de cada mil niños que nacen, sólo ocho mueren antes de su primer año de vida.
Edad media
El fenómeno contribuyó, además, al aumento de la edad promedio de la población, que en 1950 era de 26 años y hoy es de 35 años.
La expectativa de vida nacional supera incluso a países como EE.UU. (79 años). Ello se explica, dice Alejandra Fuentes, de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, porque la EVN no sólo se relaciona con mayor ingreso per cápita, sino con cómo se invierten los recursos. "En Chile, uno de los elementos centrales es la atención sanitaria desde el momento del nacimiento. La mortalidad infantil y perinatal es bajísima, porque casi el 100 por ciento de los partos se atiende en hospitales. Pero también es un cambio epidemiológico, los chilenos hoy sufren más enfermedades crónicas, con las que viven más tiempo", sostiene.
Desigualdad
Sin embargo, altas expectativas de vida esconden también altas brechas socioeconómicas, dice la experta de la U. de Chile. Fuentes hizo un estudio en el que siguió por 10 años a 1.019 personas de 60 años del Gran Santiago, que muestra notables diferencias respecto de cuánto puede vivir una persona, según su nivel socioeconómico. Por ejemplo, un hombre de nivel socioeconómico bajo, a los 60 años tiene una expectativa de vida de 17 años, lo que en el caso de un hombre de la misma edad, pero de clase media, es de 15,6 años, y en uno de nivel socioeconómico alto, de 19,8 años.
Y pese a que mantienen rangos similares, la diferencia es amplia, al considerar los años con salud deteriorada o con limitantes. En el caso de los hombres de clase baja, ese tiempo es el 70% (12 años). En la clase media, 27% (4,4 años), y en clase alta, 20% (cuatro años).
Es por ello, dice Oyanedel, que el desafío hoy es mejorar todo aquello que tenga que ver con equidad y acceso a salud. "El tema es no sólo llegar a mayor expectativa de vida, sino que se llegue de manera decente. Y según los datos OMS, al llegar a los 60 años, una mujer en Chile tiene una expectativa de vida de 26 años y los hombres, de 22, y hay que pensar de qué manera se vivirán esos años".