No se trata de una enfermedad, pero sí puede predisponer a las personas que lo sufren a varias de ellas y muy graves. Es el síndrome metabólico, una condición que según un reciente estudio de la Universidad Católica, afecta al 32% de los chilenos mayores de 17 años. Es decir, casi cuatro millones de personas.
Según el trabajo de la UC, el síndrome afecta casi por igual a hombres y a mujeres, un 32,7% y un 30,8%, respectivamente. Hasta los 24 años no constituye un problema de importancia, sin embargo, entre los 25 y los 44 años afecta a un 24,9% de los chilenos y desde los 45 a los 64 años a un 44,4%. Además, las personas de menor nivel educación se ven más afectadas por este cuadro que aquellas que tienen un nivel mayor de escolaridad.
"La prevalencia del síndrome metabólico en Chile es alta y comparable a la de países desarrollados", dicen los autores del artículo publicado en la Revista Médica, quienes analizaron los datos de 1.833 personas que participaron en la Encuesta Nacional de Salud 2003, aplicando los criterios actualizados del Programa Nacional de Educación en Colesterol de Estados Unidos.
Tres factores bastan
El síndrome metabólico fue descrito por primera vez por Gerald Raven, investigador de la Universidad de Stanford, en 1988. No se trata de una enfermedad, sino de una condición de salud que favorece la aparición de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Los criterios usados para diagnosticarlo son la presencia de obesidad abdominal, altos niveles de triglicéridos en la sangre, bajas concentraciones de colesterol HDL o "bueno", hipertensión y glicemia elevada. Basta cumplir con tres de estos requisitos para tenerlo.
Aunque los médicos no saben claramente por qué se produce, los científicos sospechan de que se trata de un cuadro de origen genético.
Evelyn Muñoz, nutricionista y Académica de la U. Andrés Bello explica que el síndrome se inicia con problemas del organismo para procesar el azúcar obtenido de los alimentos y transformarla en energía. En etapas posteriores el cuerpo también tiene dificultades para procesar las grasas y las proteínas. "El organismo comienza a tener muchas deficiencias, empiezan a endurecerse las paredes de las arterias y se produce un proceso inflamatorio generalizado", explica la especialista. Esto puede conducir a un infarto al corazón, episodio que, en 2007 cobró la vida de 6.348 personas en Chile.
Pese a que Fonasa y las Isapres cuentan con exámenes preventivos para detectarlo, Muñoz dice que muchas personas llegan a su consulta por otros motivos. "Los pacientes vienen por sobrepeso o porque quieren cambiar su alimentación. Antes de eso no ven que haya peligro", dice.
Un tema no menor, ya que pese a que el estudio de la UC establece que las personas con sobrepeso tienen diez veces mayor posibilidad de desarrollar este síndrome que las personas delgadas, estas últimas no están a salvo. De hecho, un 27% de los pacientes chilenos con síndrome metabólico, no son obesos. Eso sí, presentan otros tres factores: hipertensión, triglicéridos altos y colesterol bueno bajo, los tres más comunes entre los pacientes de nuestro país .
Muñoz explica que aunque una persona esté en su peso normal, si no tiene una alimentación sana y es sedentaria "no va a tener una correcta distribución de la masa corporal: su cantidad de grasa será mayor y su tejido muscular menor al adecuado". De hecho, el estudio de la UC dice que los sedentarios tiene el doble de posibilidades de desarrollar el síndrome en comparación con las personas activas.
En la población chilena, sin embargo, sedentarismo y sobrepeso van de la mano. Un 55% de los adultos tiene estas dos condiciones, lo que expone mayormente a padecer este síndrome.