Hay algo, además del tenis, en lo que Roger Federer (2º) reconoce ser bueno: pasando la aspiradora. "Prefiero ayudar en eso que planchando y lo puedo hacer bien", le reconoció al diario suizo Basler Zeitung antes de debutar en Wimbledon, donde puede recuperar el número uno del mundo si gana su sexta corona en la "Catedral, que sería su 15º Grand Slam.
El helvético, quien ayer derrotó a Yen-Hsun Lu (65º) por 7-5, 6-3 y 6-2 mostró su lado más íntimo en una entrevista en que se le notaba bastante distendido, después de lograr el título de un "grande" que le faltaba, el de Roland Garros.
"FedEx" acumula ganancias por casi 50 millones de dólares en el circuito, pero aseguró que sólo una vez pensó en el dinero mientras jugaba: "Fue en mi primer Masters (2002). Estaba clasificado a semifinales antes de mi último partido en el grupo, así es que ganarle a Thomas Johansson no era importante, pero ahí estaban los US$ 10o mil por el triunfo. En cada peloteo pensaba en eso, en qué podía comprar con eso. Fue un infierno".
Para muchos, el revés de Federer es uno de los mejores del mundo. Para él, su punto débil: "Así es. Además, me gustaría jugar más agresivo".
El golpe de backhand que más seduce al de Basilea es del David Nalbandian. El jugador perfecto para él incluiría además "el servicio de Andy Roddick, la derecha de Rafael Nadal, el espíritu de lucha de Lleyton Hewitt y la volea de Stefan Edberg".
Un tipo sencillo
Federer asegura que un día perfecto sería "con Mirka (su esposa) en las Islas Maldivas, con una cena romántica, quizás. Con un spa, masajes y mirar al atardecer disfrutando las olas".
Es que el dueño de 14 Grand Slams es un hombre sencillo, que le asustan experiencias extremas como el salto en bungee, que siempre anda bien afeitado por una razón contractual, que asume que si se quedara encerrado en un ascensor le gustaría que estuviera su mamá, que prefiere el vino a la cerveza y que asume como uno de sus mayores defectos la impuntualidad.
Entre sus héroes deportivos, dice que "Tiger Woods ha sido una inspiración, al igual que Michael Jordan. Y cada vez que puedo voy a ver a Valentino Rossi correr".
De sus ídolos musicales, destaca al cantante de Bush, Gavin Rossdale, quien lo acompañó en la final pasada de Wimbledon. No es el único. "Para entrenar en casa me gusta escuchar cosas pesadas, como Metallica y AC/DC", admite.
En cuanto a las películas, sus gustos son sencillos: "Prefiero las de acción, como las de James Bond".