En medio de la crisis financiera y de la deuda que agobia a la economía mundial desde 2008, una luz brilla sobre Africa, pese a que este continente sigue cargando con los karmas de la pobreza, la ingobernabilidad y la violencia tribal.
El crecimiento de los países africanos está hoy entre los más rápidos del orbe y son centro de una disputa de las grandes potencias que buscan posicionar allí sus inversiones. No por nada el Presidente chino, Xi Jinping, realizó en marzo pasado, poco después de asumir el poder, una gira por el continente, con el objetivo de reforzar la cooperación. Su contraparte estadounidense, Barack Obama, en tanto, emuló el mes pasado el periplo. "Washington comprendió perfectamente que los países que no aprovechan las nuevas oportunidades africanas (…) se quedarán atrás", comentó a la agencia France Presse el analista Aubrey Matshiqi, de la Fundación Helen Suzman.
Entre los países que comienzan a disfrutar de mejoras económicas destaca Ghana, que junto con haber sido el primer país del continente en ser visitado por Obama tras asumir el poder en 2009, recientemente fue elegido como "el país africano más prometedor para invertir" por más de 60 expertos consultados por la revista estadounidense Foreign Policy (ver infografía).
El Centro de Promoción de Inversiones en Ghana indicó en febrero de este año que en 2012 hubo un total de 399 proyectos de inversión extranjera en el país. Así, las inversiones se han incrementado en un 34,8% desde 2008.
El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) ghanés fue en 2011 el tercero más alto del mundo, después de Qatar y Mongolia (18,8%, 17,5% y 15%, respectivamente), y el año pasado aumentó en 7,9%, de acuerdo con el Banco Mundial.
Pese a la baja, el último informe Perspectivas Económicas Mundiales del Banco Mundial (BM), en tanto, ubica a Ghana en el séptimo lugar de las 20 economías con más rápido crecimiento proyectado entre 2013 y 2015, destacando que "el sector servicios contribuye con el 50% del PIB ghanés, mientras que el petróleo, el oro y la producción de cacao proporcionan las bases para el futuro crecimiento". Además de estos dos productos estrellas, el país extrae oro (fue el octavo productor mundial en 2011), plata y manganeso. En cuanto a la agricultura, los ghaneses han diversificado su matriz con plantaciones de plátano, maní, arroz, maíz y mandioca.
De acuerdo con la Asociación Internacional de Fomento (AIF, dependiente del BM), el buen desempeño de la antigua colonia británica radica en que Ghana ha desarrollado mejoras políticas e institucionales, y ha invertido en infraestructura y servicios básicos, todo lo cual lo llevó a reducir, por ejemplo, los niveles de pobreza del 52% en 1992 al 28,5% en 2006, según el BM. Ha sido, por tanto, "una mezcla de una mejor educación, una mejor gobernanza y una mayor inversión en la economía, que ha ayudado a impulsar el crecimiento, junto con más de 100 mil barriles de petróleo al día que comenzó a extraer en 2011", comentó a La Tercera Charles Robertson, coautor del libro The Fastest Billion: The Story Behind Africa's Economic Revolution (Los más rápidos mil millones: la historia detrás de la revolución económica de Africa).
Como sucede en gran parte de los países que experimentan mejoras económicas, en Ghana no toda la población ha accedido a los beneficios aparejados al creciente desarrollo, pero va en camino a hacerlo. El acceso al agua, por ejemplo, alcanzó en 2010 al 80% de los habitantes de las zonas rurales, cuando en 2006 el porcentaje era de un 71%. La electricidad, en tanto, sigue siendo racionada, según BBC.