Fueron 10 días de incertidumbre. Ayer, a sólo horas de que las autoridades de Naciones Unidas oficializaran la decisión de no buscar más posibles sobrevivientes entre los escombros, un grupo de rescatistas chilenos y ecuatorianos dio con los restos de María Teresa Dowling Montalva, la esposa del general Ricardo Toro, vicecomandante militar de la Misión de la ONU en Haití, la Minustah.

Los restos de la segunda víctima chilena del terremoto que asoló la capital de Haití el pasado martes 12 -el cuerpo de la abogada Andrea Loi llegaría esta mañana a Santiago- fueron encontrados bajo cuatro metros de escombros y fierros retorcidos, en lo que alguna vez fue el hotel Montana, el único de lujo en ese país caribeño.

El cuerpo de María Teresa se hallaba justo donde se creía que estaba: junto a la barra del gimnasio ubicado en el subterráneo del recinto.

Penoso reconocimiento

El hallazgo, que ocurrió pasadas las 2.00 AM en Puerto Príncipe (4.00 en Chile), fue informado de inmediato al general Toro, quien a esa hora se encontraba a pocos metros de las brigadas de rescate compuestas por bomberos de Ñuñoa, Viña del Mar y Santiago, además de ingenieros y los arquitectos que diseñaron el hotel. Inmediatamente, Toro se acercó al lugar y entre luces de linternas y el silencio de la noche, reconoció visualmente un reloj que portaba su esposa en su mano izquierda y una cartera.

"La actitud del general Toro fue muy responsable. Nos hemos comunicado con él y está tranquilo, es algo que presumía, por lo que ahora esperamos que pueda retornar pronto con ella al país", comentó más tarde el jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, general Andrés Avendaño.

Casi 10 horas después, a las 13.20 horas de Chile, el cuerpo fue sacado de entre los escombros. Ante la presencia de su esposo se le practicaron las pericias de reconocimiento y las muestras que no se habían podido obtener en la madrugada. Todo en manos del personal del SML presente en Puerto Príncipe. Luego de eso, los voluntarios de Bomberos que participaron en el hallazgo cubrieron el cuerpo con una bandera chilena y lo trasladaron al Hospital Argentina de la Minustah.

Sobre la situación de Toro, el general Avendaño precisó que "él retorna el sábado junto a su esposa. Lo que ocurra con su condición de servicio en Haití o si prefiere quedarse en Chile, es algo que seguramente deberá decidir él mismo luego de pasar este momento amargo".

Desde Santiago, Francisca, la mayor de los hijos Toro Dowling, graficó el dolor de la familia: "Sólo queremos ver al papá y vivir esto juntos".

Muerte instantánea

Las hijas de María Teresa Dowling -Ricardo, hijo menor del matrimonio, se encontraba en Puerto Príncipe desde diciembre junto a su madre- y los abuelos recibieron la noticia de boca del propio general Toro. En una llamada telefónica le relató a su padre, el general (R) Juan Guillermo Toro, que considerando donde se encontraba el cuerpo, la muerte había sido instantánea.

La información fue corroborada por el comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago, Cristóbal Goñi, quien explicó que el hallazgo del cuerpo de Dowling se produjo "a cuatro metros de profundidad de la estructura derrumbada".