A las 7.00 de ayer, el inspector general del Liceo Polivalente Los Guindos, de Buin, Celestino Correa Benavides (59), llegó a ese lugar para reunirse con el director Raúl Briones. El viernes, la Corporación de Desarrollo Social le había notificado su traslado a la Escuela Básica Los Rosales del Bajo, lo que lo tenía "muy dolido, pues hacía 31 años que trabajaba en el establecimiento", dijo Briones.
La cita no se realizó. Miguel Correa (53), hermano del fallecido y auxiliar del liceo, lo encontró muerto: "Fui a abrirle a otro auto y, al volver, encontré el cuerpo". En una carta dejada en el colegio, Celestino Correa dice que tomó la decisión de suicidarse.
Según su hermano, la noche del martes "me dijo que por esto del cambio estaba muy deprimido". En la misiva, escrita a mano, el ex dirigente del Colegio de Profesores pidió "perdón por terminar así... A los 'perros' de la corporación, especialmente al jefe de Educación, les digo: ´Pagarán por jugar con la dignidad de las personas´. Ni muerto me sacarán".
El presidente del magisterio, Jaime Gajardo, y colegas del fallecido sostuvieron que "esta medida extrema de terminar con su vida se debió a un trato vejatorio por parte del director de Educación, don Pedro Pablo Roa". El aludido se limitó a señalar que "prefiero referirme al tema después de la investigación".
La fiscal María Teresa Herrera habría descartado la participación de terceros.