Dice la leyenda que los vampiros son inmortales. Que su gran tragedia es soportar el paso del tiempo y ver cómo son incapaces de amar a mortales que envejecen y mueren frente a sus ojos. Algunos también lo son en el imaginario popular, como Drácula. Pero había otro, más modesto, que también tenía su espacio en la memoria y se resistía a morir: Barnabás Collins.

Su nombre generó escalofríos en el Chile de comienzos de los 70. Y su fascinante malignidad fue tal, que su sola mención sirvió para etiquetar a aquellos malos maridos, enamoradizos, y de oscuras intenciones que hacían sufrir a las mujeres. En este panorama era poco espacio el que quedaba para Jonathan Frid, el recientemente fallecido actor canadiense que dio cuerpo al vampiro de chasquilla y mirada lasciva que era el alma de la serie Sombras tenebrosas.

Frid, de 87 años, falleció en Canadá el viernes de la semana pasada, pero recién ayer se hizo público. Como Barnabás, protagonizó cerca de 600 episodios, y en su momento de mayor fama, recibió más de 6.000 cartas a la semana.

Sombras tenebrosas fue realizada entre 1966 y 1971 por la cadena ABC, y mantuvo en vilo a nuestro país entre 1970 y 1973 con la historia de Barnabás, un vampiro de casi 200 años que es despertado en el presente y que busca recuperar a su amada, corporalizada en una joven mujer. Frid, un actor de teatro, compuso con aplomo y ambigüedad al oscuro personaje (que cuenta con la singularidad de haber aparecido en escena recién cerca del capítulo 200), cuyos movimientos por la mansión Collinwood se acompañaron de una banda sonora que aún se recuerda, gentileza de Robert Cobert.

"Jonathan Frid fue la razón por la que yo corría a casa luego del colegio", dijo Johnny Depp sobre el hombre tras Barnabás Collins, y a quien reinterpreta en el remake homónimo que Tim Burton lanza el 11 de mayo en EEUU, y el 14 de junio en Chile, y en el que Frid hizo un pequeño cameo. Para no olvidar que algunos vampiros son inmortales.