La entrevista de Juan Andrés Salfate (43) en Mentiras verdaderas el miércoles logró 10,2 puntos de rating, más del doble de la sintonía que consigue el programa conducido por Eduardo Fuentes usualmente. Todo, gracias a su relato sobre su detención por una infracción a la ley de drogas y su testimonio por ser consumidor "ocasional" de cocaína. En Mañaneros, el matinal de la televisora, la audiencia también ha subido gracias a los comentarios apocalípticos del panelista, que giran en torno al fin del mundo y la predicción de terremotos. Así, por ejemplo, el 17 de abril pasado, el programa consiguió su más alta audiencia desde su inicio, en octubre: 6,4 puntos, gracias, precisamente, al tema.
Pero el caso de Salfate está lejos de ser el primero en que personajes de perfil polémico que abordan temáticas llamativas ayudan a subir la sintonía de distintos programas. Eduardo Bonvallet, la doctora María Luisa Cordero y Mauricio Israel son nombres que, en su momento y en sus respectivos ámbitos, han tenido un efecto similar.
Sergio España, socio de MediaRostros, firma que se encarga del estudio de rostros televisivos, cree que el terreno fértil para la irrupción de esta especie de fenómenos está en un público más bien juvenil y de estrato socioeconómico bajo y que se comporta casi como una feligresía. El especialista al habla: "Hay tradición de tipos así, gente que no tiene filtro, de carácter mesiánico y que tiene un público predestinado de los sectores de más escasos recursos y los más jóvenes. El perfil es muy similar al de Bonvallet".
El publicista -que tiene pareja y tres hijos- comenzó a consolidar el perfil que le ha dado notoriedad cuando se integró al programa Así somos, en 2010, donde realiza una sección sobre teorías de la conspiración, tema que antes abordó en Sin vergüenza (CHV). Paralelamente comenzó a participar en Pollo en Conserva, primero, y en Mañaneros, después, donde amplió las temáticas a las hipótesis apocalípticas y la información sobre predicción de terremotos (guiado por un grupo brasileño llamado Quake Red Alert, que asegura puede medir futuros movimientos telúricos), que cobraron particular fuerza en los últimos meses, provocando temor y controversia. En ese paso sumó adeptos, pero también numerosos detractores. Antes, él se había desempeñado como panelista en distintos programas, principalmente con temáticas de cine (ver recuadro). Actualmente tiene 348 mil seguidores en Twitter y realizaba charlas motivacionales en regiones junto al economista Franco Parisi.
En La Red, Salfate tiene un contrato como panelista, lo que le permite retirarse de la estación en cualquier momento. El miércoles, Javier Urrutia, director ejecutivo de la señal, se reunió con él y le pidió que apareciera en Mentiras verdaderas para reconocer de manera pública que consumía drogas; de lo contrario, "el canal no podía hacer nada por él", explican. Además, sería la última vez que tocarían el tema en pantalla. Con respecto de la posible pérdida de su credibilidad como comentarista, Ignacio García, director de Mañaneros, dice: "Eso lo decidirá la gente y se reflejará en el rating". Mientras que Eduardo Fuentes apunta: "He visto mucha gente que lo apoya; tambien he visto mucha gente con el dedo en el gatillo. Respecto a la credibilidad, se verá con el tiempo. Es un personaje bien sui generis, no sé si responderá a los estándares habituales. Si fuera un político, esto le habría costado el puesto".
Luis Argandoña, gerente de Estudios de Conecta Media, consultora de investigación de medios, opina que el tema lo afectará. "El escándalo y la caída en desgracia son giros dramáticosy llaman poderosamente la atención. Pero el impacto tiene mucho que ver con el tipo de rostro al que afecta. En el caso de los rostros de farándula 'dura', la novedad es menor y el impacto es más acotado. Pero Salfate no tiene una identidad ligada al escándalo o a las noticias de su vida personal".
"Son personajes con ciertos rasgos mesiánicos, que dicen traer una gran revelación. Estas personas siempre han existido, pero los medios, especialmente la TV y las nuevas tecnologías, dan la posibilidad de permear a la sociedad como nunca antes", argumenta Valerio Fuenzalida, académico de la Universidad Católica, experto en medios de comunicación. Y agrega: "No creo que logren convencer, pero la sociedad tiene un interés en personas que rompen los cánones, y eso siempre llama la atención. En general, las personas lo ven más bien con curiosidad y escepticismo".
España aporta otro matiz: mientras Bonvallet e Israel explotan a partir de un campo tan masivo como el fútbol, terreno fecundo para comentaristas con cierta fachada profética, Salfate apareció desde coordenadas menos claras. "Logra instalar un tema y construye una historia en torno a ello. Hay un sentido de la oportunidad. Identificó que había un asunto en torno al fin del mundo y el mérito es generar reacciones a partir de esta clase de conjeturas".