"Para la familia ha sido una bomba atómica, una hecatombe. La crisis asiática la pasamos, porque teníamos menos deuda. Esta no. Para mí es una pena tremenda haber perdido el negocio, haber causado tanto dolor y que aparezca el apellido Pérsico mencionado incluso en un fraude", afirma Dante Pérsico Jiménez, el ex gerente general y representante legal de Pérsico Hermanos, la automotora declarada en quiebra el 15 de abril pasado.
En torno a la quiebra de la firma que dirige este ingeniero comercial de la UC, de 54 años, pesa una investigación del Ministerio Público para determinar si esta fue fraudulenta o no. La solicitud provino del superintendente de Quiebras, Rodrigo Albornoz, quien cuestionó la falta de contabilidad y el no haber pedido la bancarrota un año antes cuando, según la autoridad, Pérsico ya estaba en cesación de pagos.
Patricio Jamarne, síndico del proceso, determinó que en abril de 2008 la firma cayó en cesación de pagos. El abogado de Pérsico, Jorge Aguilar Vinagre, optó por impugnar la fecha, pues "la cesación de pagos es un estado general de las operaciones de la empresa, no que exista un crédito impago". El lapso entre la cesación de pagos y la declaración de bancarrota se denomina "período sospechoso". Cualquier traspaso de acciones, bienes o acuerdos beneficiosos para la fallida pueden motivar una quiebra fraudulenta. A juicio de Aguilar, no se cumple ninguna de las 16 causales de la ley. "No se ocultaron bienes, no se inutilizaron o quemaron los libros contables, no se falsificó información contable para evitar conocer el real estado de la empresa", afirma.
Hasta su quiebra, Pérsico era concesionaria de Peugeot y Chevrolet, tenía 18 locales -de los cuales tres eran propios-, US$ 100 millones de ventas anuales y 330 trabajadores. Al asumir el síndico, recaudó bienes por $ 1.000 millones. "Se incautaron 180 autos, 40 nuevos y el resto usados y documentos por cobrar", dice. Muchos de esos vehículos salieron a remate.
Según el síndico, la firma "no tenía stock desde hace tres o cuatro meses, porque me lo señalaron los trabajadores. En algunos locales no había un solo vehículo. Aquí no había un peso y hacía dos meses que los sueldos estaban impagos".
Sobre la contabilidad, dice que se llevaba en computadores, no en libros timbrados por Impuestos Internos como exige la ley. "No tengo los libros de 2008 y 2009, pero existen facturas, respaldos de gastos y antecedentes", explica el síndico. Agrega que en la última junta de acreedores se acordó iniciar acciones legales contra Peugeot. ¿La razón? "Dicha empresa hizo un retiro de 70 autos en febrero, cuyas circunstancias deberán ser aclaradas".
El auge de los 90
De los fundadores de Pérsico Hermanos -Pablo, Mario y Humberto Pérsico Zoccola- sólo uno no vio el derrumbe: Pablo, padre de Dante, quien murió en noviembre pasado. El fin de una de las cinco mayores automotoras del país, según su hijo, ocurrió "porque crecimos demasiado, hicimos muchas inversiones con deuda gracias al apoyo de los bancos. Y la crisis nos pilló con un nivel de endeudamiento muy alto". Al momento de quebrar, la compañía debía $ 11 mil millones a la banca, sin garantías.
Dante Pérsico hizo carrera en Celco y Super Pollo antes de arribar a la gerencia general de la automotora en 1996. En la primera llegó a ser gerente de finanzas; en la segunda llegó hasta la gerencia general. Cuando ésta trasladó las operaciones a Rancagua, renunció. Ya asesoraba a su padre y era hora de encargarse de la empresa que creó su abuelo Natalio, un inmigrante piamontés, que instaló en los años 20 un taller de autos en Estación Central. Sus hijos Pablo, Mario y Humberto abrieron el suyo en los 40; en los 50 vendían autos usados y en 1968 Peugeot los nombró uno de sus dos concesionarios en Chile.
Como este es un negocio de volumen, de bajos márgenes, Pérsico aceleró el crecimiento y los 3 locales que recibió en 1996 se multiplicaron por 5 en 2000. Y los 40 trabajadores, casi por nueve. Las cifras de participación de mercado lo acompañaron: Chevrolet, la marca que tomaron en 2003, después de dejar Hyundai, alcanzó al 11%. Peugeot tenía el 25% de las ventas.
Así como Pérsico se fue a regiones y abrió locales, eso implicó también un fuerte gasto en remodelaciones. "Si volviera atrás habría crecido con más cautela y menos endeudamiento", dice Dante Pérsico.