En 1898, cuando la India aún estaba bajo la ocupación británica, William Peppe, dueño de una finca colonial, ordenó a sus trabajadores excavar una de las colinas de su propiedad.

A más de seis metros de profundidad, los hombres no sólo hallaron 1.600 joyas, sino también un cofre de piedra con huesos y cenizas con una indescifrable inscripción, que el arqueólogo de la época Anton Führer tradujo como la tumba de Buda.

Un siglo más tarde, Charles Allen, historiador y especialista en la antigua India, repasó los hitos más relevantes del hallazgo, reconstrucción que plasmó en el documental Los huesos del Buda, que NatGeo estrenará este sábado en Chile (21.00) y donde intentará develar la veracidad de la supuesta tumba del líder religioso, que para muchos sólo es un elaborado engaño.

En su trabajo, Allen recibió la colaboración de Harry Falk, un experto en idiomas de la India y profesor en el instituto más antiguo de Alemania de indología (estudio académico de los idiomas, textos, historia y culturas de la India) en Berlín.

En una rueda de prensa a la que La Tercera tuvo acceso, el experto explicó que tras la muerte de Buda -en el siglo IV a. de C.- su cuerpo fue entregado a su familia y enterrado a los pies de los Himalaya.

Ciento ochenta años después, el emperador Ashoka, empeñado en promover la religión por el país, desenterró los huesos y los dividió en ocho porciones para redistribuirlas en igual número de tumbas por el país.

Ninguna de ellas ha sido localizada, pero muchos creen que la de la finca de Peppe es una de ellas, especialmente porque la inscripción dice: "Estos son los restos de Buda, dejados por sus hermanos y hermanas".

Allen no sabe si la inscripción es verdadera o falsa, pero sí sabe que no fue escrita tras la repartición de Ashoka, porque no había escritura en India en esa época, sino hasta el año 260 a.C., más de siglo y medio después. "La pregunta que queda es si la inscripción es genuina o no", dice Allen.

Sin embargo, en una entrevista en el diario El País, dice que "tras nuestra investigación hoy podemos estar bastante seguros de que sí se trata de los restos de Buda".

El documental también intenta responder el rol de una segunda tumba bajo la primera, hallada en 1970.