UNA nube de humo cae como un manto espeso sobre la cabeza de Aladín Reyes (63). Es jueves 19 de julio y los dedos del músico se deshacen sobre un teclado. Los parroquianos fuman y fuman en el 462 de calle Maipú, en pleno barrio Yungay, y la música se escapa por la ventana.
Aladín es uno de los números habituales del restaurante. Cuando termine, al escenario subirá La Cuadrilla, que se preocupan de alegrar la noche del jueves, viernes y sábado en El Huaso Enrique. De esa manera conservan intacta la idea original del local que este año cumple 60 años y que fue de los pioneros en llenar de folclor esa casona. De la verdadera cueca brava.
El Huaso Enrique existió. Oriundo de Pichidegua, localidad al interior de Rancagua, llegó a los 12 años a Santiago. Se fue directo al Matadero, a faenar carnes. Cuando ya tuvo edad y se casó, compró una gran propiedad en Maipú con Catedral e instaló un restaurante de comida chilena. Corrían los años 20 y vendían arrollados de huaso, prietas y un reponedor caldo de gallo. Con la reforma agraria perdieron esa gran casona y se trasladaron unos metros más allá.
Después de su creación, el local fue un brazo de la vida bohemia santiaguina. Periodistas, políticos y artistas de la época llegaban hasta allá a comer y a escuchar a uno de los cuequeros más importantes del circuito nacional de la época: Luis Hernán Araneda, el "Baucha", fundador de Los Chileneros. Hace 40 años que no pisa el lugar y recuerda un episodio crucial. "La primera vez que vine, comenzamos a tocar con Aladín Reyes. No veníamos a actuar, sino que estábamos comiendo, pero de repente empezó a entrar la gente y terminó llenándose", dice del local que perdió a su dueño y anfitrión, Enrique Araya, el año 68.
En todos los años de existencia, sólo por seis meses el Huaso Enrique dejó de ser lo que es. Fue en 2004, cuando la señora Carmen decidió arrendarlo porque su hijo mayor, Luis, se enfermó de cáncer al colon. El estaba a cargo del negocio y no logró sobrevivir. Hoy, es la hija de don Enrique, Carmen Gloria Araya, la que lo echa a andar todos los días.
Mítico lugar de cuequeros, por el Huaso Enrique pasaron grupos como La Gallera, Los Tricolores y Mario Rojas. Porque, según dice el mismísimo Tito Fernández, El Temucano, "el huaso es un monumento y patrimonio nacional para la música". Ese sello fue el que hizo que el viernes pasado Aladín saliera al escenario a tocar frente al alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett. Ahí no sólo se celebraba la buena comida y el buen "terremoto", sino también la permanencia de un lugar donde la cueca brava sacó chispas siempre.