"Sin duda, lo más duro fue 'la semana del infierno'", afirma el teniente segundo de la Armada Carlos Obanos (25), de regreso de un curso de seis meses, en Estados Unidos, con los Navy Seals.

Esta es la unidad de elite que encabezó la irrupción a la residencia de Abbottabad donde permanecía escondido Osama bin Laden. Un grupo especializado en guerra no convencional, que ha protagonizado operaciones en diversos teatros de conflicto.

Carlos Obanos terminó el curso el 31 de marzo en la base de los Navy Seals, en la isla Coronado, en San Diego, y la Armada ya prepara a un nuevo efectivo para partir.

El comandante Allan Nettle, jefe del comando de Fuerzas Especiales, explica que desde 2010 han enviado a "10 oficiales y ocho gente de mar" y que su meta es tener, al menos, a un efectivo entrenándose en ese país, pero que podrían aumentar esa cifra a dos simultáneamente.

La idea de esta transferencia, dice, es entrenar con un grupo de excelencia, donde sólo un 25% de los cerca de 250 que ingresan al curso es capaz de terminar, y formar gente que transmita esa experiencia a su regreso.

Días sin dormir

"La semana del infierno", recuerda el teniente, partió a las 20.00 de un domingo: "De ahí no se volvió más hasta el miércoles, después de almuerzo, en que dormimos dos horas". Agrega que el jueves también durmieron dos horas y el viernes, cerca de las 11.00, la quinta semana de entrenamiento terminó.

Realizaron actividades en la base o remando alrededor de la isla. Una de las más exigentes, asegura, fue "la gimnasia con troncos. Eramos siete personas durante dos horas o dos horas y media, y hacíamos sentadillas y abdominales", sin soltarlos.

También recuerda "estar con el bote arriba de la cabeza todo el día. Se siente dolor físico, los compañeros se van retirando y el bote va quedando con menos gente". El teniente recuerda que en esa quinta semana "se retira del orden del 40%". Dice que nunca pensó en retirarse, porque había pasado por situaciones de estrés similares en su entrenamiento en el país. "Son todas las actividades que se hacen en una semana normal de entrenamiento, pero sin descanso", resume.

El comandante explica que el entrenamiento de los Navy Seals tiene tres fases. La primera está centrada en la capacidad física e incluye "la semana del infierno". La segunda es de buceo de combate y la tercera es de fase de guerra terrestre y táctica. Sobre la operación en Pakistán, el teniente chileno afirma: "Si fueron ellos los de la operación final, son los mejores y yo estuve con ellos".