Un tercio de los alumnos no logra escribir un texto comprensible y un 45% no puede desarrollar sus ideas en profundidad.

Esas son las lapidarias conclusiones que arrojaron los resultados del Simce de Escritura 2015, rendido por 197.908 estudiantes de sexto básico, que mostró un resultado promedio de 50 puntos.

Las cifras son preocupantes, pero hay colegios que han buscado fórmulas para salir de la media y obtener buenos resultados.

Uno de esos establecimientos es la Escuela Básica Teresita de Los Andes, IV Región. Allí la disciplina ha sido la receta para que los alumnos obtengan buenos resultados. En el último Simce de Escritura obtuvieron 57 puntos promedio, superando la media del país. Luis Hernández, director del colegio, sostuvo que "nos hemos preocupado de la disciplina, de que haya una mejor concentración, pero también más motivación de los alumnos".

Además, detalló Hernández, el liceo se ha preocupado de que sus profesores se capaciten continuamente, pero además han incorporado a los apoderados "al proceso de aprendizaje de sus hijos para que ellos también sean responsables de la educación de los menores".

Otro de los establecimientos que obtuvo un buen promedio en Escritura fue la Escuela rural Huellahue, en la Región de Los Ríos, con 57 puntos promedio.

Rosa Palominos, directora del colegio, señaló que hay un conjunto de situaciones que aportan al mejoramiento de los resultados. Primero, "que todos los actores de la comunidad escolar están vinculados. Tenemos docentes comprometidos con su trabajo, estudiantes motivados por aprender y familias que creen en el proyecto educativo y lo respaldan".

El establecimiento, que tiene un 75% de vulnerabilidad, alberga a 165 alumnos. Todos ellos participan de distintos talleres que, según Palominos, han ayudado a la mejora en el rendimiento de sus estudiantes.

Pero la disciplina y la motivación no son las únicas fórmulas que tienen los colegios. En la Escuela René Andrade Toledo, Región del Biobío, obtuvieron 55 puntos. Aquí se han preocupado de elaborar planes de lectura "donde le damos un fuerte impulso al vocabulario de los niños. Tenemos planes mensuales de lectura y escritura", explicó Fernando Silva, director del recinto.

Para complementar esto, el establecimiento habilitó una biblioteca "acogedora para nuestros alumnos donde ellos van a buscar libros", dijo Silva, quien agregó que motivan a los alumnos a leer y a escribir a través de actividades misceláneas para llamar su atención.

Y el colegio ha ido más allá llegando hasta las casas. En ese sentido, Silva explicó que "tenemos un registro de los niños que no tienen acceso a libros en la casa. Entonces ellos se llevan libros y después los regresan. Hay pequeños que en la práctica han leído toda la biblioteca y lógicamente eso les ayuda".