Desconfiar de las imágenes. Eso es lo que proponía en su libro del mismo nombre el cineasta alemán Harun Farocki, un realizador que mantenía una actitud crítica hacia las imágenes y la forma en que se producen en la sociedad. Nacido en Novy Jicin, actual República Checa, Farocki murió ayer a los 70 años.

Autor de más de un centenar de películas y documentales (Fuego inextinguible, Entre dos guerras), videos e instalaciones, Farocki era un artista a la vanguardia de la escena actual. Tomó distancia del llamado Nuevo Cine Alemán (Wenders, Fassbinder y Herzog), movimiento al que acusó de "conformarse con la idea que todo el mundo tenía acerca de lo que se suponía que debía ser el cine". En sus filmes e instalaciones apuntó a la violencia de las imágenes cotidianas desde la TV y la publicidad hasta los video juegos. "Me fascina el extraño desarrollo de las imágenes digitales, que están a punto de convertirse en el estándar de todas las imágenes. Aún comparten importancia con las imágenes fotográficas y metagráficas, pero están a punto de ser las únicas relevantes", decía hace dos meses en una muestra en España.