En Chile, en promedio, los profesores de enseñanza media trabajan 29 horas a la semana. De ellas, el 91% del tiempo (27 horas) lo dedican a estar en clase con los alumnos, según los datos que arrojó ayer un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) y que reúne a las 33 economías más industrializadas del planeta. El informe consultó a profesores de todos los países miembros sobre el desempeño y calidad del trabajo en sus escuelas.

El reporte señala que Chile es el país donde sus profesores cuentan con menos tiempo para realizar otras actividades que no sea estar frente a los alumnos. Es decir, dedican menos horas a planificar y perfeccionarse, por ejemplo. "Revela las precarias condiciones laborales que tienen los profesores dado el número de horas contratadas. Nos dedicamos a estar mucho frente al pizarrón y tienen bajas horas lectivas, lo que significa que los profesionales están súper agotados", explica Juan Pablo Valenzuela, experto del Ciae de la U. de Chile.

El otro problema que revelan los datos es que, además de tener pocas horas para preparar material, los docentes chilenos son los que tienen contratos por menos horas a nivel internacional. El que le sigue en este aspecto es Italia, donde, en promedio, los profesores trabajan 29,4 horas a la semana. Otra realidad ocurre, por ejemplo, en Inglaterra, donde los docentes cuentan con contratos semanales de 45,9 horas, de las cuales sólo un 43% del tiempo lo destinan a hacer clases. El promedio de la Ocde, en tanto, es de 38 horas. De ellas, la mitad la ocupan para la preparación de pruebas (ver infografía).

Las pocas horas de contrato semanal, según Valenzuela, "explican los bajos sueldos y el desgaste de los maestros. Lo que está dando cuenta es la urgencia enorme que existe de actuar buscando calidad en la carrera". La opinión es compartida por el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo: "La queja recurrente es que se tienen que llevar trabajo a la casa y eso les afecta la vida familiar. Es parte del deterioro de la calidad y del desmejoramiento de las condiciones para la realización de clases. El maestro necesita estabilidad laboral y tiempo para ejercer su labor".

Otro de los puntos que dio a conocer el informe es qué tan valorados se sienten los docentes. En Chile, este ítem arrojó que, en promedio, el 34% de los profesores considera que la carrera docente no es valorada por la sociedad. "Tenemos un importante desafío y que es valorar más la labor de nuestros docentes. (...) Hay muchas políticas por hacer en educación, pero si queremos mejorar nuestro sistema, cada chileno tiene el desafío de entender la labor docente y valorarla. Chile necesita creer en sus profesores, mejorar su calidad y las condiciones en las que enseñan", explica Hernán Hochschild, director ejecutivo de Elige Educar. La sensación de los docentes se repite en el contexto internacional. En Corea del Sur, por ejemplo, el 66,5% de los profesores declaró lo mismo.

Pese a esto, sólo el 14% de los profesores chilenos dice estar arrepentido de haber estudiado Pedagogía. "La situación de los profesores chilenos es menos precaria en este sentido, dado su nivel de compromiso y satisfacción", agrega Valenzuela.

Un dato interesante, a juicio del experto, es que el 95% de los docentes dijo estar conforme con su desempeño y con su trabajo. "Tenemos una baja autocrítica, considerando el desempeño precario que tenemos en pruebas como Pisa. Los profesores sienten que lo están haciendo bien, pese a que los resultados muestran que no hemos crecido prácticamente desde el 2001", acota.