La idea de que las personas morenas son más resistentes al surgimiento de cáncer de piel no es más que un mito. Así lo afirma un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Miami, que constató el aumento de los casos de melanoma en la población hispana y afroamericana de Estados Unidos. "Tener una pigmentación más oscura en la piel, por ser hispano o negro, no garantiza inmunidad contra el cáncer de piel", dice Robert S. Kirsner, líder del estudio.
Adicionalmente, en las personas con piel morena, los tumores cancerígenos son detectados más tarde que en las personas de piel más clara, por lo que tendrían un mayor riesgo de morir producto de esta enfermedad.
En su artículo publicado en la revista Archives of Dermatology, los autores plantean el surgimiento de un nuevo problema de salud pública, que afecta a personas de piel morena que viven en zonas sometidas a una gran radiación solar. Los expertos llamaron a las personas morenas a chequear periódicamente su piel para detectar la presencia de lunares asimétricos y con bordes irregulares, primer síntoma de esta enfermedad.