Las revelaciones sobre el escándalo del espionaje telefónico por parte de diarios del magnate Rupert Murdoch no cesan, y ayer se conoció que la Policía Metropolitana de Londres -conocida como Scotland Yard- apiló durante cuatro años seis bolsas con evidencia sobre este caso. Según lo dio a conocer ayer el diario The New York Times, este "tesoro oculto" contenía 11 mil páginas escritas a mano de notas en las que había una lista de cuatro mil celebridades, políticos, estrellas del deporte, funcionarios de policía y víctimas del crimen cuyos teléfonos podrían haber sido intervenidos por el tabloide News of the World (NoW), que dejó de circular el 10 de julio pasado.
De acuerdo con un alto funcionario de Scotland Yard, desde que el material fuera incautado, en agosto de 2006, hasta mediados del año pasado, "nadie en la policía se molestó en revisarlo y catalogar cada página". De hecho, durante ese período, los funcionarios de la policía aseguraron al Parlamento, jueces y al público en general que no había evidencia de que la intervención de los teléfonos fuera una práctica generalizada.
Según el diario estadounidense, los funcionarios siempre mantuvieron que la primera investigación -que llevó a la detención en 2006 del detective privado Glen Mulcaire y del periodista del NoW que lo contrató, Clive Goodman- puso fin a lo que ellos calificaron como un incidente aislado.
Mientras, en Reino Unido, las miradas se han dirigido hacia el primer ministro David Cameron, por sus posibles vínculos con News International, ala británica del conglomerado News Corporation (News Corp.). Según reveló ayer el diario The Independent, el premier se reunió en 26 oportunidades con ejecutivos de News Corp. en los 15 meses que lleva al mando del gobierno. Entre ellos se encontraba Rebekah Brooks, que el viernes renunció como directora ejecutiva de News International a causa del escándalo, y que visitó a Cameron dos veces en la residencia de descanso conocida como Chequers, un privilegio incluso para los miembros del gabinete. James Murdoch, hijo del magnate, visitó al jefe de gobierno hace ocho meses.
Otro de los invitados fue Andy Coulson, ex jefe de comunicaciones de Cameron y ex director de NoW. Ante esto, el canciller británico, William Hague, dijo que no está "en absoluto" avergonzado por las relaciones del gobierno con los ejecutivos de Murdoch.
Por otro lado, Scotland Yard se encuentra investigando a algunos directivos de News International para verificar la posibilidad de encubrimiento a "escala industrial" de las escuchas ilegales del grupo. Según el diario The Daily Telegraph, los agentes quieren saber la razón por la que una serie de correos electrónicos de 2006 relacionados con el espionaje fueron recién puestos a disposición de los detectives en enero pasado. "News International tapó el escándalo. Es necesario probar que James Murdoch, Rebekah Brooks y otros directivos sabían que las informaciones proporcionadas en 2011 ya estaban en el sistema en 2006 y fueron suprimidas", dijo una fuente al diario.
En tanto, en siete diarios británicos se publicó ayer una nota de Murdoch pidiendo disculpas por "el daño causado a las personas afectadas".