El 13 de mayo los estudiantes de la Universidad de Chile se tomaron la Casa Central, ubicada en pleno centro de Santiago. El motivo, según explicó la presidenta de la Federación de Estudiantes de la U. de Chile (Fech), Valentina Saavedra, tiene que ver con demandas internas y con las peticiones del movimiento estudiantil.

Los detalles de la movilización han sido guardados con reserva, tanto por los dirigentes como por la rectoría encabezada por Ennio Vivaldi, quien actualmente se encuentra fuera de Chile. Por esto ha sido difícil entender por qué se ha mantenido la toma por tanto tiempo y qué se requiere para volver a la normalidad.

"En Chile vemos año a año cómo las universidades estatales son abandonadas y sumergidas en una precariedad que sólo construye adversidades para la educación pública. Nos movilizamos porque nuestra universidad enfrente este sistema y no lo reproduzca, y porque este gobierno deje de abandonar la educación pública y se haga cargo de ella", sostuvo Saavedra.

Las demandas de los estudiantes de la Casa de Bello se concentran en cuatro ejes relacionados con el documento programático de la Confech y en temas internos del plantel: "La reforma educacional, la democracia en la educación y sus instituciones, la distribución del financiamiento y puntos urgentes a resolver en las facultades", detalló Saavedra.

Uno de los temas, explicó la dirigenta, es que "estamos en un proceso de cambio de estatutos internos liderado por el senado universitario y nosotros respaldamos ese proceso". Y se excusó de entregar mayores detalles debido a que "estamos en una negociación".

Al inicio de la toma los dirigentes de la Fech entregaron a la rectoría un pliego de demandas. Esto fue recibido y respondido por la rectoría, pero los estudiantes consideraron que "tenía aspectos insuficientes y poco precisos", indicó la presidenta de la federación.

Así los alumnos entregaron una contrapropuesta a la mesa negociadora, donde participa la Fech y los vicerectores, y ahora están a la espera de la respuesta final de rectoría que debería llegar esta semana.

En la Fech enfatizaron que esta toma "no es contra la rectoría, es un proceso de cambios y de cómo funciona la universidad y le pudo tocar a cualquier rector".

Una de las demandas que se ha transformado en histórica en la U. de Chile es la forma en cómo se administra el plantel, ya que la petición de la comunidad universitaria es que funcione como un todo y no como facultades aisladas. Este fue uno de los temas de campaña del rector Vivaldi.

En la U. de Chile declinaron pronunciarse con respecto a la toma y a los detalles de la negociación.