Las polémicas que han rodeado últimamente programas como Las Argandoña (TVN) y el reality Amazonas (CHV) han reforzado el debate sobre la calidad de la televisión chilena, frente a una TV de paga habitualmente aplaudida y cada vez más masificada. Esto también quedó en evidencia en la encuesta 2011 del Consejo Nacional de Televisión, en la que sólo un 28% de los encuestados le pusieron nota 6 o 7 a la televisión abierta, frente al 64% que calificó con buena nota al cable.

Pero cuando la discusión se traspasa a las cifras de audiencia, el panorama cambia radicalmente (ver infografía). Un ejemplo: en septiembre de este año la TV abierta, en total, promedió 34,9 puntos de audiencia entre las ocho de la mañana y las dos de la madrugada, mientras que la TV de pago obtuvo 14,7 puntos en el mismo horario. Mientras, el estudio 2011 de Obitel (Observatorio Iberoamericano de Ficción Televisiva) indica que el rating anual de la TV abierta fue de 30,1 puntos, contra 11,4 de la televisión de pago.

Hay un elemento a considerar: el cable todavía no tiene una penetración total, sino que -según cifras de un estudio realizado por Ibope en septiembre de este año- es del 64%.

Pero para los ejecutivos de televisión abierta, la razón de esta preferencia va más allá de esa cifra. "El cable ofrece contenidos de nicho, pero los temas globales están en la pantalla abierta, y eso tiene que ver con la necesidad de la gente de estar conectada con los temas locales, que le ayuden a entender su entorno y su realidad. No creo que eso vaya a cambiar", comenta Javier Urrutia, director de La Red, quien rechaza las acusaciones de que la televisión abierta es sinónimo de mala calidad. "No creo en esa afirmación de que los mejores contenidos están en el cable. Hay muy buenos contenidos en ambos lados, cosas muy variadas", afirma.

Pablo Morales, director de contenidos y producción de Chilevisión, señala: "La gente sigue prefiriendo la televisión abierta por los contenidos locales, que es un punto en que la TV por cable no ha hecho una inversión. Fuera de lo realizado por HBO con Prófugos, no existe un referente nacional en la televisión de pago, y los canales de cable nacionales no tienen los recursos para desarrollar contenidos competitivos y atractivos. Además, el público sigue informándose a través de los canales chilenos, donde están reflejados la mayoría de sus intereses".

Para Valerio Fuenzalida, académico de la Universidad Católica y experto en medios de comunicación, la razón de la supremacía está en la socialización. "La TV abierta, y en general los medios masivos, generan un espacio social común para muchas personas. Entonces, no es lo mismo ver un canal segmentado de cocina o de ficción que ver una serie como Los 80: ahí hay una masa de gente que comparte y que conversa. El hecho de poder conversar acerca de un tema común, que mucha gente lo ve, genera socialización, y eso no ocurre con el cable y con la radio; son públicos más fragmentados. En cambio, la televisión y la prensa masiva son capaces de crear estos espacios comunes", indica.

Sobre los contenidos locales que ofrece la televisión de pago, Fernando Gualda -vicepresidente de Fox Latin American Channels Chile y Perú- admite que "la localía genera un rating adicional", y que es algo que se busca constantemente, aunque con limitantes distintas a las que puede tener la televisión abierta. "Para nosotros, lo importante es encontrar contenido local que pueda ser visto, valorado y reconocido en otros países, que es algo más difícil de encontrar, pero que ocurre", indica, poniendo como ejemplo a Sebastián Jiménez, que va por una segunda temporada del programa Doctor Vet, en NatGeo.

Además de esto, Gualda asegura que entre las personas que tienen acceso a la televisión por cable, la división de audiencia con la pantalla abierta es cercana a un 50/50, según las cifras que maneja. "La televisión paga ha ido ganando espacios y está muy bien evaluada. Su búsqueda es distinta a la de la televisión abierta, donde se busca llegar a la mayor cantidad de gente posible, pero el cable también ha encontrado nichos muy populares, como el cine y las series, que finalmente igual terminan pasando por la televisión abierta", indica.