Ni souvenirs futboleros ni grandes manuales de trivia mundialera. En cada viaje al extranjero, en cada paso por canchas donde los equipos chilenos ofician de visita, Paulo Flores (40) se obsesiona con prendas para lucir y vestir, pero demasiado lejos de las camisetas y las canilleras: su gran fetiche son las corbatas y los trajes. Los busca, los agrupa y los ordena por color. "Tengo 70 trajes y casi 1.200 corbatas", cifra el locutor en un luminoso estudio de Chilevisión, casi en sincronía con los vistosos tonos de su pañuelo y su corbata, y donde horas después se sentara a transmitir otros 90 minutos de la Eurocopa.

Una facha y un nombre que, con mayor frecuencia desde la última parte de 2011, han adquirido un protagonismo estelar en las emisiones futboleras: la voz que se inició hace 22 años en radio Monumental , que debutó en televisión en 1995 en La Red, y que también reporta pasos por Mega y Canal 13, se ha transformado en el relator principal de los encuentros clasificatorios para el Mundial 2014, podio que durante décadas ocuparon ilustres del micrófono y el césped, como Pedro Carcuro y, más recientemente, Claudio Palma. Aún más: por estos días el hombre nacido en Curicó está a cargo de los partidos de la Eurocopa y es, con ventaja, el relator con más presencia en la televisión abierta actual.

"Sé que hay un ícono en este tema: Pedro Carcuro. Pero para nada siento la presión de su marca y estilo. Todos tenemos nuestra forma de relatar y todas son respetables. Yo hice mi camino, salté a la TV y ahora me toca ser el 'papá mono' de este cuento. Nos ganamos un espacio en el medio. Es respetable si la gente dice que extraña Canal 13 o que le gustaba Carcuro, pero ahora es CHV el que está armando el buque", cuenta el profesional que también se desempeña como productor periodístico de Cooperativa y que arribó a la señal privada en 2005, tras un llamado de Felipe Bianchi.

Flores sigue: "En el caso nuestro, nos hemos atrevido a romper la tradición e instauramos transmisiones más divertidas, donde le tiro la talla al resto del equipo y nos alejamos del estilo de un locutor sentado en su caseta y que sólo hace el pimpón con el comentarista. En ese sentido, cambiamos la forma de transmitir y, junto a Claudio Palma, le sacamos ventaja al resto. Yo mismo he establecido un estilo donde mi plus es la forma de gritar el gol, larga y apasionada. A mí tampoco me gusta usar frases cliché, prefiero lo que vaya saliendo".

Eso sí, lo que para Flores es un golazo con lujos y flashes, para otros puede parecer un autogol. Los dos rasgos que resalta como cualidades propias y de equipo -cierto humor cómplice filtrado en el relato y un grito de gol de potencia estridente- han sido apuntados en diversas redes sociales, sobre todo tras los recientes encuentros de Chile con Bolivia y Venezuela, como su gran talón de Aquiles: a algunos no les gustan y despiertan cierta alergia en su estilo.

"Tengo twitter y he visto esas críticas. Y a veces hasta las respondo", puntualiza el curicano que se formó en el rubro en el instituto Eace. Luego detalla: "No le puedo gustar a todo el mundo. En esta labor, tú gustas o no. El que no tenga la crítica necesaria para asumirlo está sonado, no puede trabajar en esto. No puedo andar pensando todo el día: 'Palma es mejor, o este otro es mejor que yo...'. No me afectan esos fantasmas. Igual, las bromas internas las hemos ido sacando de los partidos de Chile, para concentrarnos 100% en relatar. De pronto sale su tallita por la chica linda del estadio o nos mandamos un saludo, pero todo concentrado en el fútbol".

Respecto a su grito de gol, que también divide bandos, el relator asegura: "Eso no lo voy a cambiar. Porque, para mantener una identificación, buena o mala, debes tener un estilo, el que sea. Si no lo tienes, no existes. Lo que más me preocupa es sentirme yo conforme". Según Flores, parte de su distancia con los dardos que le lanza cierto sector del público obedecen a un factor: la masa que ve las clasificatorias no es un nicho especializado:"Son espectadores hinchas que ven fútbol para divertirse. Me interesa más el público duro".

Y si el proceso para Brasil 2014 lo empujó a un rol estelar en la pantalla, el asunto también es especial en la cancha. En el medio, Flores es uno de los mayores amigos de Claudio Borghi. El locutor cuenta: "He ido a su casa, él a la mía, nos celebramos los cumpleaños y nuestras familias se conocen. Pero no me ha costado separar ese vínculo de mi trabajo".