Sería incomprensible que el relevo de secretario general no comportara un cambio en la posición del PSOE sobre la investidura (...) El PSOE necesita refundarse. Y es imposible sin un discurso creíble en torno a los valores moderados y socialdemócratas que siempre caracterizaron a la izquierda reformista.

bNo creo que el problema del PSOE sea quién sea o deje de ser el secretario general. El problema tiene que ver con la indefinición de su proyecto político, con una estructura anquilosada que monopoliza profesionales de lo público y con un sangrante alejamiento de la ciudadanía.

bEl PSOE debe comenzar a pensar cómo vuelve a conectar con unos grupos sociales en los que sí fue un referente en el pasado. Pero no podemos precipitarnos. Esta reflexión, si queremos que sea certera y profunda, requiere más tiempo que el mes que la dirección saliente defendía.