Jorge Sampaoli camina por la alfombra roja de la premiación del Balón de Oro de la FIFA. Luce un traje negro a la medida, firma autógrafos y concede entrevistas a las cadenas deportivas más importantes del planeta. Se codea con los miembros de la elite del fútbol, es uno más entre ellos. En Chile, en tanto, el hashtag que domina las redes sociales es implacable. El #FueraSampaoli marca tendencia en el país.
Sólo a quien todavía es entrenador de la selección chilena le podía pasar algo así ayer. Vivir la dicotomía de ser adorado en el olimpo del balompié y despreciado en la nación donde forjó su fama como DT.
Lo claro es que Sampaoli se va de la escuadra nacional. La pregunta es cuándo. Si fuera por el argentino, dejaría Chile ya mismo, sin siquiera tocar la alternativa de quedarse hasta marzo o junio de este año, mientras la ANFP busca su reemplazante. Mucho menos ha pensado en cumplir lo que le resta de contrato hasta 2018.
Pensando en eso y con un tono muy confrontacional, el transandino por primera profundizó (y explicitó en público) sus emociones después de la última reunión con Arturo Salah en Quilín. No dejó lugar a ninguna duda, hoy quiere estar lo más lejos posible del equipo al que llevó a ser campeón de América.
"En este ambiente ya no quiero trabajar ni vivir en el país. Nunca imaginé que en tan poco tiempo se iba a destruir la imagen de un ídolo que tanto le dio al fútbol chileno. Estoy francamente decepcionado, no puedo seguir dirigiendo cuando la mente la tengo puesta en otro lugar", expresó.
La condición de "ídolo" con la que se autoproclama Sampaoli, efectivamente, queda en entredicho con la reacción de la mayoría de los fanáticos en redes sociales. En Zúrich, sin embargo, el seleccionador se codeó con la crema del fútbol, se subió por vez primera a la gran vitrina. El portugués Jorge Mendes, el agente más importante del mundo, le presentó nada más saludarlo al presidente s del de Manchester United. Sampaoli también departió con el mandamás del Barcelona.
Aunque finalmente acabó tercero en la lucha por ser el mejor técnico de 2015 (ver secundaria), este paso por Europa le sirvió al DT para mostrarse. Sus ganas de partir crecen a cada hora y, por lo mismo, se lanzó directamente contra el timonel de la ANFP. "Sinceramente pensé que Arturo Salah entendería y me dejaría en libertad (...) Me extrañó su postura de tenerme como rehén, contra mi voluntad", expuso. Y agregó: "El escenario de los últimos meses es suficiente motivo para que se me libere". No tuvo conferencia de prensa para explayarse (la organización la suspendió ante la ausencia de sus contrincantes por el trofeo), pero sí encontró muchos micrófonos para pronunciarse individualmente.
La vulneración de los contratos que firmó en la administración de Sergio Jadue es parte de sus argumentos. Y, por otro lado, exige un gesto de la dirigencia de dejarlo partir sin pagar la cláusula de 6,3 millones que lo amarra a la Selección. Lo pide a cambio de lo mucho que le ha dado al fútbol chileno. Por lo mismo, espera que esta misma semana (arriba mañana a Santiago) su salida de la Roja se arregle en buenos términos.
La ANFP insiste en que si se quiere ir tiene que pagar por su renuncia. Mientras tanto, trabaja en la alternativa si es que Sampaoli se va ahora. Los amistosos de Chile con Panamá (28 de enero) y Honduras (2 de febrero) están en duda, así como toda la planificación de la Roja pensando en la doble fecha eliminatoria de fines de marzo, ante Argentina y Venezuela. La decisión apremia.