Dos soldados de Estados Unidos implicados en el ataque de helicópteros Apache contra un grupo de personas en Irak, y cuya acción fue grabada en un video que fue dado a conocer, pidieron perdón al pueblo iraquí en una carta abierta.
A principios de mes, el sitio web WikiLeaks dio a conocer la filmación donde dos periodistas de la agencia Reuters y otros civiles fueron atacados por error por fuerzas estadounidenses. El incidente tuvo lugar en julio de 2007 en Bagdad y dejó 12 muertos.
En el video, de 38 minutos, se puede escuchar cómo la tripulación del helicóptero militar celebra tras disparar y matar a supuestos insurgentes iraquíes. Pero en la filmación también se ve cómo soldados de EE.UU. en el terreno intentan ayudar a los heridos. Dos de ellos, Ethan McCord y Josh Stieber, escribieron una carta a la madre de unos niños que resultaron heridos en el incidente. "Los dos somos soldados que ocuparon su vecindario durante 14 meses. Ethan McCord sacó a su hija y su hijo de la camioneta, y al hacerlo, vio las caras de sus propios hijos en casa. Josh Stieber estaba en la misma división, pero no estaba allí ese día, aunque contribuyó (...) con el dolor de su comunidad en muchas otras ocasiones", dice la misiva.
Los militares aseguran que "no hay forma de traer de vuelta todo lo perdido. Lo que buscamos es aprender de nuestros errores y hacer todo lo posible para decirle a los demás de nuestras experiencias y cómo el pueblo de Estados Unidos tiene que darse cuenta de qué hemos hecho y qué estamos haciendo a usted y al pueblo de su país. Humildemente preguntamos qué podemos hacer para comenzar a reparar el daño que causamos".
McCord, en conversación con la BBC, aseguró que "estaban llevando una misión en el barrio" y "que no sabían lo que sucedía en el momento". "No escuchamos la conversación entre los Apache y el sargento. Escuchamos a los Apaches abriendo fuego", agregó.
El militar contó que inmediatamente después del incidente escuchó el llanto de un niño. Se acercó a una camioneta y se encontró con una niña de unos 3 ó 4 años: "Tenía una herida en el vientre, vidrio en los ojos y en el pelo. A su lado había un niño de unos 7 u 8 años (...) Pensé que estaba muerto al igual que su padre".
Tras el ataque los niños perdieron su hogar, señaló el soldado, quien ahora busca junto a Stieber establecer un fondo de ayuda para ellos. "No fuimos los soldados que disparamos. Fuimos los soldados que llegamos a la escena y vimos la matanza", aclaró.
Pese a que el Pentágono no ha cuestionado la autenticidad del video, ha dicho que no podía realizar una verificación "completa" hasta que la grabación original haya sido localizada. Una investigación concluyó que a pesar de que la identificación de los objetivos fue errónea, se siguieron de manera correcta los procedimientos.