La primera visita oficial desde que asumió en propiedad la Presidencia de Brasil, el 31 de agosto, realizó ayer Michel Temer. Y lo hizo a Argentina, donde fue recibido por Mauricio Macri, en la residencia presidencial de Olivos. Los gobiernos de Temer y de Macri representan un giro político en los dos mayores países de Sudamérica y de los dos principales pilares del Mercosur. Eso por el fin de la era kirchnerista tras las elecciones de 2015, en Argentina, y por la destitución de Dilma Rousseff, en Brasil.
Los gobernantes tuvieron una reunión de trabajo cerca del mediodía y luego compartieron un almuerzo. Brindaron una conferencia conjunta en la que destacaron sus coincidencias sobre la necesidad de impulsar el Mercosur, la crisis política y económica por la que pasa Venezuela y se refirieron al triunfo del "No" en Colombia.
"En un mundo globalizado, potenciar el Mercosur va a servir para integrarnos al mundo. Debemos luchar contra la pobreza, el crimen organizado y el narcotráfico. Son muchos temas que nos vinculan. Los que nos sucedan tienen que seguir en este mismo camino", dijo Macri.
Tras su visita a Buenos Aires, Temer viajó a Asunción donde se reunía con Horacio Cartes.