La diplomacia suele ser una de las virtudes más cuidadas por los japoneses. La mayoría de las veces, con tal de ser cortés, un japonés no dirá que no a una petición. Seguramente dirá "quizás" o que "lo pensará". Bien lo sabía el chileno Eduardo Godoy, cuando en 2001 le propuso al arquitecto japonés Toyo Ito (1941), construir una casa en Chile. "'Lo pensaré', me dijo. Sabía que eso era un no. Estábamos en una comida, durante la feria de diseño de Milán, y decidí que no iba a dejarlo ir. Tomé una botella de vino y le seguí hablando", recuerda Godoy, dueño hace más de 30 años de la empresa de Interdesign.

Toyo Ito lo citó para el día siguiente. "Me dijo que en cinco minutos le volviera a explicar mi idea. Se quedó pensado unos minutos, que me parecieron eternos. Levantó la cabeza y dijo ok, ok. Alguien me hizo reaccionar: 'Te dijo que sí, ¡abrázalo! No lo podía creer, sabía que ese sí era sagrado", dice Godoy.

Fue así que Toyo Ito el reciente ganador del Premio Pritzker, el Nobel de la Arquitectura, terminó construyendo en Marbella (Quinta Región), la White O, su única casa en Sudamérica. El nipón fue la figura estrella de Ocho al cubo, la iniciativa de Godoy, en la que participaron otros arquitectos locales, como Cecilia Puga o Mathias Klotz, diseñando casas de lujo en esos mismos terrenos.

En 2009, Toyo Ito visitó Chile para dar una charla e inaugurar su casa. La oportunidad fue perfecta para que Godoy le hiciera otra oferta. "Luego de varios piscos sour lo convencí de que fuese el curador de un nuevo proyecto de arquitectura, ahora en Los Vilos", cuenta Godoy.

Esta vez, serían ocho arquitectos de todo el mundo elegidos por el nipón, pero el terremoto de 2010 en Chile y de 2011 en Japón cambiaron los planes. ¿No sería más simbólico, dado estas circunstancias sísmicas, invitar a ocho japoneses y ocho chilenos?, le preguntó Godoy a Toyo Ito. Acordaron que sí.

En octubre de 2012, los ocho coterráneos del arquitecto aterrizaron en Chile para conocer las quebradas en Los Vilos, a orillas del Pacífico, donde diseñarán próximamente sus casas. Ellos son: los ganadores del Pritzker 2010 y discípulos de Ito, Ryue Nishizawa y Kazuyo Sejima, Kengo Kuma, Akihisa Hirata, la dupla Onishi + Hyakuda y el atelier Bow Bow. "Estos ocho arquitectos han trabajado sinceramente para ampliar las posibilidades de la arquitectura. Lo mismo que he estado haciendo yo. Ellos son los mejores de la generación más joven", señaló Toyo Ito, esta semana a La Tercera.

Naturaleza y devastación

Conocido por combinar la tradición japonesa con el diseño moderno, Ito diseña edificios diáfanos, de formas orgánicas y que van en respeto con su entorno. Entre los más famosos está la Mediateca de Sendai, el Hospital Cognacq-Jay en París y el Edificio TOD'S en Tokio. Tras el terremoto y tsunami de 2011 en Japón, Toyo Ito se volcó al trabajo de reconstrucción. "Mi arquitectura es un puente entre la naturaleza y la gente. El modernismo ha valorado la tecnología y ha descuidado la naturaleza. A través de mis actividades en el distrito devastado de Tohoku he estrechado el vínculo con lo natural y las relaciones de corazón a corazón", agrega Toyo Ito.

El japonés volverá a Chile en dos años más para la inauguración de las primeras casas diseñadas por sus protegidos, quienes sí estarán viniendo constantemente al país para ver el avance de obras y dictar conferencias en varias universidades chilenas. "Esto no es un proyecto inmobiliario, Ocho al cubo nació para inspirar con buenas construcciones a los futuros arquitectos", dice Eduardo Godoy.

Al igual que en Marbella, las casas se venderán en verde (los diseños estarán listos en octubre y los precios irán entre 16 mil y 22 mil UF), autofinanciando su posterior construcción. El proyecto se conoce hoy como Ocho Quebradas, y contempla 16 casas de 250 metros cuadrados cada una, en terrenos de 5.000 metros cuadrados. Entre los ocho chilenos que participan están Alejandro Aravena, Cristián Undurraga y Felipe Assadi. No es todo.

Godoy ya planea futuras etapas, donde sueña reunir a 192 arquitectos del mundo. Una cosa ya está decidida: a un costado de White O, la casa de Toyo Ito en Marbella, su colega Ryue Nishizawa se comprometió a levantar otra casa. Así, si hay suerte, en un par de años las obras de dos Pritzker compartirán tierra chilena.