Milton Fuelle (31) está terminando de estudiar dibujo arquitectónico y estructural, en un instituto profesional. Reparte sus horas de clases con el trabajo que realiza en el call center de la empresa de telecomunicaciones, Nextel. El desplazamiento entre ambas labores no le resulta sencillo: la secuela de un derrame cerebral que tuvo al nacer, le impide mover sus piernas.
"No fue fácil entrar a trabajar. Chile no es un país que valore a los discapacitados. No hay conciencia ni responsabilidad social. Por lo general entregaba currículos y no me llamaban. Finalmente postulé a una bolsa de trabajo y quedé. Fui la primera persona que contrataron con discapacidad", afirma.
Fernando Navarrete (29) es compañero de trabajo de Milton Fuelle. Relata que en 2010 lo asaltaron y la lesión que le provocaron lo dejó inmovilizado desde los pectorales hasta los pies. Desde entonces se moviliza en silla de ruedas: "Mis ganas de salir adelante y el apoyo familiar y de mis colegas ayudaron a mi desarrollo como ejecutivo. Acá se valora lo que hago", recalca.
Pese a las dificultades que mencionan, sus contrataciones no son casos únicos. El Ministerio de Desarrollo Social, a través del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), creó el sello Chile Inclusivo, que busca valorar a las empresas que estén potenciando la integración de personas con capacidades diferentes.
Tras recibir la postulación de 46 empresas, 19 obtuvieron el sello, divididos en tres categorías: sello de oro (por cumplir con estándares de excelencia en cuanto a accesibilidad e integración en el trabajo); de inclusión laboral (por incorporar a las compañías funcionarios discapacitados, con las mismas funciones y exigencias que los demás empleados) y sello de accesibilidad (por crear infraestructura y entornos accesibles).
De acuerdo con este ranking, dos compañías recibieron el sello de oro. Se trata de la empresa de servicios de alimentos Aramark Chile y Nextel S.A.
En la categoría inclusión laboral figuraron SMU División Unimarc (con 102 personas con discapacidad trabajando en la compañía); Falabella Retail (con 38 casos) y el banco BCI (con 20). También fueron contabilizados en este listado Corpbanca (con ocho casos); la Asociación Chilena de Seguridad (5) y CorpVida (4).
Por otra parte, siete compañías obtuvieron el sello verde. Entre ellas se cuentan Securitas S.A., el Grupo Ultramar y las universidades Andrés Bello y de Los Lagos.
El ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, afirma que el sello se entregó a las empresas que tienen una mirada inclusiva de la sociedad, "que insertan laboralmente a los discapacitados con trabajos dignos, adaptando todo su sistema de trabajo y de atención al público".
Según explica la directora nacional del Senadis, María Ximena Rivas, este reconocimiento a las compañías les permite evaluar cómo se está realizando la inclusión laboral en las empresas, "cumpliendo nuestro rol de asesores técnicos".
Según cifras del Senadis, un 12,9% de la población del país tiene algún tipo de discapacidad. Es decir, unos dos millones 68 mil personas, según un conteo efectuado en 2004. De acuerdo con estas estimaciones, un millón de personas en esta situación está en edad laboral, pero sólo la mitad están trabajando.
La subgerenta general de Laborum, Nadia Betancourt, sostiene que "el sello busca incentivar una especie de comportamiento viral de parte de las empresas" y, de esta forma, incentivar que más organizaciones quieran obtener el sello.
María de Los Angeles Seguel (25) tiene síndrome de Down. Desde noviembre del año pasado se desempeña como operadora de balanza en el supermercado Unimarc. Anteriormente trabajó archivando documentos, pero esta es la primera vez que lo hace medio día, de lunes a viernes.
"Me capacitaron y ahora sé perfecto qué y cómo tengo que hacer las cosas", dice.
Pablo Hernández, gerente de gestión de talento de Unimarc, explica que comenzaron reclutando a 15 personas con discapacidades físicas y cognitivas durante el primer semestre del año pasado. Operadores de balanza de panadería, pastelería y de frutas y verduras, son los cargos en lo que se desempeñan actualmente.
"Ellos tienen un gran nivel de compromiso e identificación con la organización, porque valoran mucho que se les dé la oportunidad de trabajar. Además, el equipo funciona mucho más afiatado, por lo que hemos generado una real inclusión. Ellos agregan valor a la experiencia laboral, al trabajo en equipo y a la productividad", dice Hernández.
Para Rocío Trejo, vicepresidenta de Valor Humano de Nextel, el clima laboral ha mejorado aún más, potenciándose los valores del respeto y la colaboración.
"La empresa se ha concientizado respecto de la discapacidad, y existe una red de apoyo importante, tanto para nuestros colaboradores con capacidades diferentes, como para nuestros otros colaboradores que tienen familiares con algún tipo de discapacidad", sostiene.