1. The Cliffs Preserve: 4.000 hectáreas con bosques y sólo 18 habitaciones

Hace 15 años, el empresario norteamericano Jim Anthony llegó a Chile en busca de los parajes sureños para practicar su pasión: la pesca con mosca, y luego de varios viajes con su familia se convenció de realizar un proyecto de ecoturismo de lujo. Compró la Hacienda Parga, un lugar de 4.000 hectáreas con bosques y 10 kilómetros de costa, ubicado en la Décima Región, al norte de Chiloé. Con una inversión de US$ 24 millones construyó The Cliffs Preserve at Patagonia, primero pensado como un lugar para que los habitantes de condominios Cliffs de Estados Unidos, de su propiedad, vinieran a pasar sus vacaciones. A poco andar el hotel se proyectó como una iniciativa turística accesible a viajeros de todo el mundo.

Hoy el proyecto cuenta con 18 habitaciones distribuidas en seis villas o casas independientes para los visitantes que llegan entre el 1 de octubre y el 1 de mayo, período en que funciona el hotel, explica Macarena León, coordinadora de marketing de Cliffs. Entre los huéspedes más famosos del lugar están el príncipe Alberto de Mónaco y el chef Anthony Burdain, quien grabó ahí parte de su programa "Sin Reservas", en 2009.

La administración del hotel está en manos de Hotelera Río Frío, liderada por el norteamericano James Ackerson. Cada casa cuenta con un hot tub (tina caliente) para bañarse mirando las estrellas, hay una marina para actividades náuticas, caballerizas, un huerto orgánico y dos invernaderos, ya que la cocina utiliza la misma producción de la reserva. Los visitantes son en un 90% extranjeros. "La mayor parte corresponde a los baby boomers, nacidos después de la II Guerra Mundial", dice León. Muchos vienen en pareja y con el tiempo retornan con sus hijos o sus nietos. El precio por noche está cerca de US$ 1.300 por persona. Según la publicación, se trata de "un complejo ecológico excepcional, donde cada miembro de su equipo de 36 personas se dedica a que cada huésped tenga una experiencia emocional y única".