Quienes conocen el trabajo de Ohsumi destacan su rol formador y la generosidad con sus conocimientos.
Claudio Hetz, también investigador asociado del Centro Fondap de Gero Ciencia, Salud Mental y Metabolismo, indica que el Ohsumi, al que ha podido escuchar en algunos congresos y seminarios, "no solo generó nuevo conocimiento, sino que además formó a muchos otros investigadores en autofagia. Hoy día Japón, en menos de 10 años, es líder en esta área. Ha formado una verdadera escuela y nos siguen fascinando con sus descubrimientos", dice.
Ohsumi no sólo divulgaba la información que tenía, sino que además compartía una serie de reactivos y los cedía a otros investigadores para que hicieran sus propios trabajos, señala Lavandero.
"En una investigación se generan materiales y herramientas para ver las cosas que antes, con lo que había, no se podía. Puede ser DNA (ADN) o especies modificadas. Esos elementos, Ohsumi y los que trabajan con él, los han puesto a disposición del resto de la comunidad y eso no siempre ocurre con los investigadores", reconoce Hetz.