El número de animales y plantas en peligro de extinción creció en 2015, pese a promesas de los gobiernos de mejorar su protección, con especies amenazadas que van desde leones en África Occidental a las orquídeas en Asia, según la Lista Roja de Especies en Peligro de Extinción, presentada el martes.
El informe incluye ahora 77.340 especies evaluadas, de las cuales 22.784 están amenazadas de extinción.
La pérdida de hábitats, por la deforestación de los bosques para nuevos terrenos de cultivo, ciudades o carreteras, fue la causa principal del aumento, de acuerdo a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que prepara la lista.
Los leones en África se mantuvieron como "vulnerables", una de las categorías con menor riesgo, gracias a los planes de conservación en el sur del continente. Pero los leones del África Occidental recibieron una calificación de "en peligro crítico", debido a la pérdida de su hábitat y a la escasez de presas, pues compiten con la caza humana.
El comercio de huesos y otras partes del cuerpo del león para usarlos en la medicina tradicional es otra amenaza emergente.
En 2011, casi 200 gobiernos establecieron la meta de prevenir para 2020 la extinción de las especies conocidas y reducir el riesgo para las más amenazadas. En 2015 no desapareció ninguna especie conocida, pero muchas se acercaron al límite.
"No vamos bien", dijo a la agencia Reuters, Craig Hilton-Taylor, jefe de la Unidad de la Lista Roja de la UICN, sobre las metas a 2020.
Con todo, hubo algunos éxitos, como el del lince ibérico, cuya población pasó de 52 especímenes adultos hace una década, a 156 en 2012.
Se añadieron a la lista especies cotizadas económicamente, como las 84 orquídeas asiáticas, preciadas flores ornamentales, amenazadas por el coleccionismo y la pérdida de su hábitat.
Nueve de las 17 especies de la familia de las plantas del té también pasaron a considerarse en peligro, debido a su uso masivo para la elaboración de bebida y medicamentos, además de su uso como decoración y combustible.
"Perder estas plantas reduciría la diversidad genética del té", dijo Hilton-Taylor. Dichas plantas podrían ser valiosos sustitutos para algunas especies de té que se usan actualmente para el consumo si las condiciones medioambientales cambian en el futuro.