Emiliano Vecchio subió al bus de Colo Colo sin dar declaraciones. El Gordo no quiso hablar tras la derrota del Cacique por 2-0 ante Atlético Mineiro, resultado que dejó eliminados a los albos de la Copa Libertadores.

El volante argentino tuvo una muy baja actuación en Belo Horizonte. Nunca pudo generar peligro y estuvo lejos de ser el compañero que necesitaba Esteban Paredes en el ataque blanco.

El desgarro miofacial que lo dejó fuera del clásico ante Universidad Católica aún lo tenía maltrecho y eso afectó su rendimiento. Tapia lo evaluó hasta última hora y, pese a que no estaba en plenitud de condiciones, apostó por él en la titularidad, en desmedro de Bryan Carvallo, uno de los pocos que se salvó en el descalabro ante los cruzados, el sábado.

Sin embargo, esta vez la estrategia no resultó, porque el rosarino no gravitó. Es más, a ratos sólo trotaba en la cancha del estadio Independencia. No tuvo la explosividad que lo caracteriza y menos el despliegue habitual. Incluso, en el primer tiempo tuvo problemas hasta para controlar un balón fácil en el costado. Es cierto que intentó darle la pausa al juego albo para tratar de mantener la posesión, pero fue ineficaz. Estaba disminuido y se notaba.

Por lo mismo, el técnico del conjunto de Macul explicó que las lesiones y los problemas físicos de algunos jugadores complicaron la planificación del partido. "No es fácil armar el equipo, porque estábamos con muchas bajas. Hasta última hora estuvimos evaluando a Emiliano para ver cómo estaba", señaló el entrenador.

"Tomamos el riesgo de competir en los dos torneos sin dejar ninguno de lado. Y nos vimos perjudicados en cuanto al desgaste. Llegará el momento de analizar lo bueno y lo malo. Obviamente, duele quedar fuera de esta forma, con nueve puntos y por un gol de diferencia. No sentíamos capaces. El destino no lo quiso. Hay que estar con la cabeza en alto, porque hoy el grupo dejó todo para llevarse la clasificación a Santiago. Nos encontramos con un gol imposible. Atlético Mineiro fue un justo vencedor", sostuvo.

Por su parte, el capitán Gonzalo Fierro reconoció que la estrategia de esperar a Mineiro no les funcionó. "Nos vamos tristes, porque veníamos con mucha ilusión de clasificar. El partido que pensábamos hacer no era lo que veníamos haciendo. Vinimos a buscar un resultado y a jugar con las ansias de Mineiro", afirmó.

Mientras que el arquero Paulo Garcés, quien contuvo un penal que él mismo cometió, reclamó contra el arbitraje y lamentó la falta de plantel: "Otra vez me cobran un penal cuando el jugador se tira. No sé qué estan mirando los árbitros. Más allá de eso, la clasificación se perdió en Santiago con Santa Fe. Se complica mucho cuando no tienes plantel para jugar dos frentes".