El sueño de todo minero es descubrir un yacimiento de clase mundial. Y el ingeniero norteamericano David Lowell lo ha hecho ya varias veces. Fue quien descubrió Escondida, la mayor mina de cobre del mundo y también dio con el depósito vecino Zaldívar. Pero no es lo único. En 1987, un consorcio chileno pequeño, manejado por él, encontró la mina de oro de un millón de onzas San Cristóbal y en 1990 descubrió otro depósito, Leonore, ahora el corazón de la mina Tesoro, del grupo Luksic.
Sus actividades lo han llevado a casi toda América Latina. Y en todos lados ha descubierto minas. En Perú, adonde emigró en los años 90, encontró uno de los mayores yacimientos de oro de ese país, Pierina, que fue vendido en 1996 a Barrick Gold. Este minero viene a Chile en abril, a la tercera edición de la Conferencia Internacional de Exploración Minera.