A un año del inicio del plan de vacunación, el 90% de los chilenos convocados tiene su esquema de dos dosis completo

Hace un poco más de un año, el 24 de diciembre de 2020, llegó a Chile el primer cargamento de 10 mil vacunas contra el coronavirus, del laboratorio Pfizer y BioNTech, dando inicio a la primera parte del plan de inmunización, en un principio dirigida únicamente al personal de salud.

Luego, el 3 de febrero del año pasado, con el arribo de las dosis de CoronaVac, de la farmacéutica china Sinovac, se incluyó a los adultos mayores y pacientes de riesgo, dando inicio así al programa de inoculación masiva contra el Covid-19 para toda la población del país.

En un principio, la campaña de vacunación solo consideró a los mayores de 18 años, es decir, 15.200.840 personas. Luego, a este grupo se sumaron los adolescentes y más recientemente los niños, con un último tramo -de tres a cinco años- añadido el pasado 6 de diciembre. Así, la población objetivo actual aumentó a 18.972.800. Hasta el momento el único grupo pendiente, quienes aún no tienen la autorización para ser inmunizados, son los niños de cero a tres años, donde la inoculación aún es materia de estudio.

Un año después de iniciada la campaña masiva de vacunación, y de acuerdo a la última actualización del Ministerio de Salud, a la fecha 17.084.961 personas ya tienen su esquema basal de dos dosis, lo que configura el hito del 90% de cobertura en el plan de inmunización. Mientras, 17.124. 610 chilenos tienen solo una dosis, es decir, 93,3% de la población objetivo.

Según las cifras publicadas ayer en Our World in Data, Chile es el cuarto país con más personas vacunadas contra el Covid-19 por cada cien mil habitantes, después de Cuba, Emiratos Árabes y Portugal. Eso sí, el país ocupa el primer lugar en el mundo respecto de la aplicación de dosis de refuerzo.

Pese a este avance, aún hay un porcentaje de la población que no tiene ninguna vacuna. Solo considerando a los mayores de 18 años, 1.065.982 personas no se han inmunizado. En cuanto a este grupo, Sebastián Solar, infectólogo de Clínica Alemana, explica que “las personas tienen las facilidades para ir. Entonces, quedan personas que están mal informadas o que tienen temor por creencias con poco fundamento. Se puede aportar dando información, hablando con un lenguaje claro y transmitiendo la confianza de que las vacunas son seguras y efectivas. Además, como todo remedio tienen efectos adversos, pero son mucho menores comparados con el beneficio que entregan”.

Jaime Rodríguez, jefe de Infectología infantil de la Clínica Alemana y presidente del Cavei, destaca que la cobertura de vacunación “es muy buena. A nivel mundial, Chile es uno de los países con la mejor tasa de vacunación. Esto hace que disminuyan los pacientes que ocupan una cama crítica y que también disminuya la carga de enfermedad”.

Sin embargo, las primeras dosis fueron administradas hace un poco más de un año. En ese sentido, Rodríguez advierte de la importancia del refuerzo: “Es clave para disminuir la carga de enfermedad. Si bien tenemos buenos números con ambas dosis, no son suficientes para controlar la pandemia, afortunadamente hay bastante adherencia por parte de la gente para inocularse con el refuerzo”.

Este proceso inició el 11 de agosto de 2021, siete meses después del comienzo del programa de inoculación masiva. A la fecha, hay 12.720.789 personas con el refuerzo, es decir, el 74,5% de la población objetivo. También comenzó para los menores de edad, entre quienes 520.982 jóvenes y adolescentes ya recibieron su tercera dosis.

Las cifras ya demuestran que la inmunización triple marca una diferencia en los ingresos UCI y en la mortalidad. Según cifras del Minsal, la tasa de ingreso a una unidad crítica es de 5,4 cada 100 mil habitantes sin protección contra el virus. En quienes tienen su esquema completo esta cifra desciende a 1,9, mientras en la población con el refuerzo quienes requieren una cama crítica son 0,7 por cada 100 mil habitantes.

En la tasa de mortalidad la inoculación también tiene resultados positivos. La incidencia en el grupo con la vacuna de refuerzo es 0,6, mientras que con dos dosis sube a 2,0 y en el caso de los no vacunados aumenta a 2,6.

Además, frente a la pérdida de inmunidad, el pasado 22 de diciembre, el ministro de Salud, Enrique Paris, confirmó la vacunación de la cuarta dosis, proceso que ya inició el 10 de enero de este año. Hasta este martes, 471.783 personas ya contaban con esta vacuna.

Han pasado un poco más de dos meses desde la aparición de la variante ómicron del Covid-19 en Sudáfrica, y los casos han subido significativamente en el mundo a causa del nuevo linaje y Chile no es la excepción. Sin embargo, no fue hasta el 16 de enero que se alcanzó el número más alto de contagios desde inicios de la pandemia, con 9.284 nuevos casos a nivel nacional. Pero, desde entonces, cada semana hay un nuevo récord: este martes 15 de febrero se reportaron 22.845 contagios nuevos de coronavirus.

Ignacio Silva, infectólogo del Hospital Barros Luco, afirma que el avance en el proceso de inmunización disminuyó el impacto de la nueva cepa: “Sabemos que gracias a esta cobertura de vacunación, esta ola de contagios tremenda que ha desencadenado ómicron no ha tenido las repercusiones que podría haber tenido en cuanto a casos graves, demanda hospitalaria y mortalidad. Y aunque las últimas semanas estos índices han aumentado, la proporción de casos graves en relación a los casos que tenemos es mucho menor que en olas anteriores”.

Hace siete meses, el país pasaba por la segunda ola, con más de nueve mil contagios diarios y con un promedio de tres mil personas en UCI. Ahora, hay 128.120 contagios activos, entre 20 mil y 30 mil casos nuevos y 880 personas en una unidad crítica.

En ese contexto, el jefe de la Unidad de Paciente Crítico de Indisa, Sebastián Ugarte, coincide que la inoculación ha sido clave para enfrentar esta nueva ola: “Hemos visto que la cantidad de pacientes hospitalizados en UCI son proporcionalmente menos que lo que vimos el año 2020 y 2021. Hay días con 38 mil contagios, sin embargo, todavía hay disponibilidad de camas, que si bien es estrecha, aún se pueden recibir más pacientes. Aparte, vemos que los pacientes que ingresan a UCI, más de la mitad no tiene ni una sola dosis”.