Pasadas las dos de la tarde de este miércoles, el jefe de bancada del Partido Republicano, Benjamín Moreno, ingresó al comedor de RN para conversar con su par de ese partido, Frank Sauerbaum, en medio del almuerzo de bancada.
El republicano fue a tantear los apoyos de esa colectividad al libelo acusatorio que el día anterior habían anunciado en contra del ministro de Desarollo Social, Giorgio Jackson, en medio del lío de platas que investiga el Ministerio Público a raíz de cuestionados convenios entre el Estado y fundaciones.
Sauerbaum, sin embargo, le hizo una advertencia a su par del partido fundado por José Antonio Kast: le transmitió que “nunca más” iban a apoyar una acusación de los republicanos, sin que antes existiera conversaciones previas con Chile Vamos.
Las palabras del diputado RN cristalizaron una sensación que se instaló en esa coalición de derecha: no cayó bien la arremetida republicana debido a que -acusan- fue inconsulta.
Si bien durante la jornada del martes tanto la UDI, como RN y Evópoli anunciaron que apoyarían el libelo, lo que generó una imagen de unidad en la derecha, lo cierto es que en Chile Vamos estaban molestos por la forma en que los republicanos impulsaron la ofensiva.
Fue así que durante este miércoles en la UDI, RN y Evópoli zanjaron una decisión: si bien apoyarán la acusación contra Jackson, no firmarán el libelo, dentro de las diez firmas que se requieren, según mandata el artículo 52 de la Constitución.
Si bien los republicanos cuentan con diputados de sobra para ingresar el escrito, usualmente en las acusaciones constitucionales se buscan firmas de distintos partidos para dar una señal de apoyos transversales. De esta manera, en Chile Vamos zanjaron la decisión como una manera de transmitir molestia al partido de José Antonio Kast.
“El acuerdo de la bancada de diputados fue no firmar la acusación constitucional, pero sí apoyar a los republicanos en materia técnica si es necesario. Tenemos claro que ellos son los principales responsables. Pasa que hay que mejorar la coordinación como oposición”, dijo Sauerbaum.
La tensión escaló por tres motivos, dicen en el sector. Primero, en Chile Vamos varios se enteraron por la prensa del anuncio de los republicanos, el cual no fue consensuado previamente con la UDI, RN y Evópoli. En segundo lugar, consideraron que hubo una “improvisación” de la acusación. En ese sentido, varios transmitían que el anuncio recordó el fallido libelo -impulsado por Chile Vamos- contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, el cual provocó una profunda derrota a la oposición, y que fue calificado, por esos días, como una acción improvisada. En esa línea es que transmitían que no “se aprendió la lección”.
En esa coalición además le incomoda no conocer cuáles son los argumentos jurídicos de la acusación y ver si tiene méritos o no. También les molesta, aseguran, que los republicanos no contaron los votos previamente para ver si había piso o no en la Cámara de Diputadas y Diputados.
“Republicanos no ha aprendido nada. Primero se conversa y se cuentan los votos y solo ahí se presenta la acusación constitucional. El ministro Ávila debió haberse ido por negligente, y sin embargo sigue ahí”, recordó con molestia el senador UDI, Iván Moreira.
El episodio también reflotó lo ocurrido en mayo pasado cuando los republicanos levantaron un libelo en contra de la exministra del Interior Izkia Siches. Ahí, algunos en Chile Vamos rechazaron la acusación, lo que reflejó un enfrentamiento entre ambas derechas.
La molestia con los republicanos se tomó los almuerzos de bancada de la UDI y RN. Varios parlamentarios expresaron su malestar por la falta de coordinación. Algunos en privado lo calificaban como una “aventura de los republicanos por figurar”, mientras que otros creían que era parte de una estrategia para endurecerse como oposición.
La UDI, en todo caso, tuvo discrepancias internas, pues algunos parlamentarios -entre los que se menciona a Sergio Bobadilla- estaban dispuestos a firmar el libelo. Lo mismo en RN, donde algunos mencionaban a Catalina del Real.
De todas formas, algunos comentan que la jugada de los republicanos no fue correcta, argumentando que la acusación constitucional une al oficialismo y logra que el gobierno ponga el eje de la discusión en el libelo, por sobre los casos de presuntas irregularidades que se están investigando. Esa línea, dicen, se reflejó en el tono de las intervenciones de estos días del propio Jackson, la vocera de gobierno Camila Vallejo y el Presidente Gabriel Boric.
Desde Evópoli, el diputado Jorge Guzmán dijo que “Evópoli no ha sido parte de su redacción. Es el Partido Republicano el responsable de su formulación y argumentación. Es evidente, que aquí debió haber más conversación, más diálogo, porque se corre el riesgo que no prospere como corresponde si no tiene los votos suficientes fuera de la frontera de la centro derecha”.
De todas maneras, existe consenso en la UDI, RN y Evópoli que van a apoyar el libelo, lo que tranquilizaba a los republicanos. En esta última tienda solamente mencionaban que había que ver con atención los posibles descuelgues habituales como los RN Jorge y Eduardo Durán y el UDI Joaquín Lavín, quien ha dicho que está en contra de la figura de las acusaciones constitucionales.
La diputada Ximena Ossandón (RN), quien en la primera acusación contra Jackson se abstuvo, esta vez votará a favor.