Al menos 21 personas murieron, 19 de ellas niños y dos adultos, en un tiroteo sucedido este martes en una escuela de enseñanza básica Robb de la ciudad de Uvalde, en Texas, en el sur de Estados Unidos. Así lo confirmó el sargento de del Departamento de Seguridad Pública, Erick Estrada.
El presunto autor del ataque -que fue identificado como Salvador Ramos, de 18 años- también falleció y se cree que los agentes que respondieron a la emergencia lo mataron. El gobernador de Texas, Greg Abbott, indicó que el supuesto asaltante tenía una pistola y posiblemente también un rifle.
“Se cree que abandonó su vehículo e ingresó a la Escuela Primaria Robb en Uvalde con una pistola y también pudo haber tenido un rifle, pero eso aún no está confirmado según mi informe más reciente”, dijo Abbott, y agregó que el joven supuestamente le disparó a su abuela, cuya condición aún se desconoce, antes de ingresar a la escuela y abrir fuego.
Las fotos muestran una camioneta que se estrelló afuera de la escuela, que según Abbott, Ramos abandonó antes de ingresar a la escuela.
Por su parte, el alcalde de Uvalde, Don McLoaughlin, había reconocido previamente a la mencionada cadena que la situación era “muy mala” y que su equipo estaba tratando de contactar con los padres de los niños para transmitirles toda la información de que disponen.
Anteriormente, el Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde había informado en su perfil de Twitter de que había un “tirador activo” en las inmediaciones, por lo que había pedido a la población alejarse de la zona.
En Washington, un vocero del Departamento de Seguridad Nacional dijo que el secretario, Alejandro Mayorkas, había sido informado. El portavoz también comentó que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. “respondió de inmediato a la escena para brindar apoyo, incluida la ayuda médica. El Departamento de Seguridad Nacional se está coordinando activamente con socios federales, estatales y locales, y continuará brindando todo el apoyo del departamento”.
El distrito escolar de Uvalde tiene una matrícula de poco menos de 600 alumnos. “Se les pide a los padres que recojan a los estudiantes a la hora habitual de salida en el campus del niño”, dijo el distrito en Facebook. “No habrá transporte en bus. Los oficiales estarán en el sitio para acompañar a los alumnos a los autos de los padres. Padres, tengan paciencia, ya que las filas serán largas”.
El tiroteo se produce poco más de una semana después de que 10 personas fueran asesinadas en un supermercado en un área predominantemente afroamericana de Buffalo, Nueva York, un ataque que nuevamente suscitó el debate sobre por qué Estados Unidos no logró aprobar una reforma significativa.
Hace 10 años, 20 niños y seis adultos fueron asesinados en una escuela primaria en Newtown, Connecticut. Un intento de aprobar una legislación de control de armas tras esa tragedia, en la que estuvo involucrado Joe Biden como vicepresidente, cayó en el Senado estadounidense.
En línea el martes, Shannon Watts, fundadora de Moms Demand Action, un grupo que hace campaña por la reforma del control de armas, escribió: “Levantar fervientemente a Uvalde en oración mientras se niega a hacer algo para detener la violencia armada es la razón por la que esto sigue sucediendo, especialmente en Texas”.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, tuiteó que el Presidente Joe Biden fue informado sobre el tiroteo en la escuela en Texas. “El Presidente Biden ha sido informado sobre las terribles noticias del tiroteo en la escuela primaria de Texas y continuará recibiendo información regularmente a medida que la información esté disponible”, tuiteó.
Sus oraciones están con las familias afectadas por este terrible evento, y hablará esta noche cuando regrese a la Casa Blanca”, agregó Jean-Pierre.
Por otro lado, la reunión anual de la Asociación Nacional del Rifle se llevará a cabo en Houston a partir del viernes. El expresidente Donald J. Trump, el gobernador Greg Abbott -de Texas- y el senador Ted Cruz se encuentran entre los programados para dirigirse a la reunión.
El tiroteo ocurre en momentos en que Estados Unidos se encuentra en medio de un gran auge en la compra de armas que no muestra signos de disminuir, ya que la cantidad anual de armas de fuego fabricadas casi se ha triplicado desde el año 2000 y ha aumentado considerablemente en los últimos tres años.
Así lo dio a conocer el primer informe federal integral sobre el recuento del comercio de armas en dos décadas, que fue divulgado por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), y que indicó que los compradores aprovecharon la flexibilización de las restricciones de armas por parte de la Corte Suprema, el Congreso y las legislaturas estatales controladas por los republicanos.
Los datos, consignados por el diario The New York Times, documentaron un cambio drástico en la demanda de los consumidores entre los propietarios de armas que ha tenido profundas implicancias comerciales, culturales y políticas: a partir de 2009, las pistolas semiautomáticas tipo Glock, compradas para protección personal, comenzaron a venderse más que los rifles, que se han utilizado típicamente en la caza.
En el documento de 306 páginas había otra estadística que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley encuentran especialmente preocupante. La policía recuperó 19.344 armas de fuego de fabricación privada, armas caseras imposibles de rastrear conocidas como “armas fantasma”, en 2021, un aumento de 10 veces desde 2016. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley dicen que eso ha contribuido al aumento de los asesinatos relacionados con armas, especialmente en California, donde las “armas fantasma” constituyen hasta la mitad de las armas recuperadas en las escenas del crimen.
Las cifras revelaron una industria en aumento, con un incremento de la producción nacional anual de armas de 3,9 millones en 2000 a 11,3 millones en 2020. Un porcentaje relativamente pequeño de las armas producidas en el país se exportan al extranjero, por lo que esas cifras son un reflejo preciso de los hábitos de compra, según funcionarios de la oficina ATF.