El conflicto migratorio en el Norte Grande ha vuelto a hacer crisis. Este año los ingresos por pasos no habilitados han alcanzado su peak, con el arribo de más de 20 mil personas. La primera parada es Colchane, pero la travesía de los extranjeros continúa hacia ciudades más grandes, como Iquique, donde varios cientos de personas se autodenuncian cada semana.

El alcalde de la comuna, Mauricio Soria (ind-PPD), afirma que la situación es compleja, especialmente en el contexto de la pandemia. Por eso demanda al gobierno un cambio en la estrategia, distinta al Plan Colchane: “Esas medidas han fracasado”, sostiene.

¿En qué situación se encuentra Iquique frente a la crisis migratoria?

El gobierno hace mucho tiempo está evadiendo su responsabilidad y prácticamente han tomado a Tarapacá como una zona de sacrificio. Esta situación viene dándose desde los problemas que tuvo la comuna de Providencia (en abril de 2020, cuando 400 ciudadanos bolivianos acamparon frente al Consulado de Bolivia, exigiendo volver a su país) y la alcaldesa junto al ministro de Relaciones Exteriores decidieron embarcar a más de mil personas hacia Iquique sin considerar el tema sanitario, los subieron a buses, los pusieron en riesgo y también a la ciudad de Iquique y sus habitantes. Llegaron personas enfermas en esos buses, tuvimos que adecuar albergues para una decisión que se tomó en Santiago, para que Providencia se vea más bonita. Finalmente se burlan los controles sanitarios, porque las fronteras estaban cerradas, estábamos en el peak de la pandemia. Ha sido así la dinámica: Iquique es una zona de sacrificio, Tarapacá es una frontera vulnerable y no se hacen responsables.

¿Cuántas personas están ingresando a la ciudad, actualmente?

Ayer fueron más de 250 personas las que se autodenunciaron, pero hay un número que no conocemos, que es el de quienes no lo hacen. Yo soy la última comuna y antes de llegar a Iquique pasan por otras tres. Llegan aquí porque hacen una parada para seguir sus viajes.

¿En qué condiciones llegan los inmigrantes y en qué situación se encuentran actualmente?

Muchas personas están en situación de calle y duermen en nuestras plazas. Hay quienes están haciendo un negocio con esto y están lucrando, con cobros para trasladarlos a la frontera regional o desde la frontera hasta Iquique. Eso ocurre a diario. Si recorres la ciudad, vas a ver muchas personas con mochila, acampando y caminando por la carretera. Esto ha generado un disgusto en la población de Iquique, que ha tenido que cambiar su forma de vivir, y el gobierno no se hace cargo.

¿Qué medidas han tomado para abordar esta crisis?

Nosotros colaboramos con el gobierno, pero no tenemos atribuciones. Les colaboramos a organismos internacionales, como la Cruz Roja, y hasta ahí llegan nuestras atribuciones, no tenemos más, por eso le pedimos al gobierno que se haga cargo y que acepten ayuda internacional. Si se hubiese hecho antes, no seríamos una zona de sacrificio, ahora habría un refugio humanitario y las personas no estarían en la calle.

En el gobierno se ideó el Plan Colchane y hoy el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, anunció que reiniciarán las expulsiones masivas. ¿Cómo evalúa la estrategia?

Esas medidas han fracasado. Lo que anunció el ministro Delgado ya lo había hecho, ahora son muchas más personas las que han ingresado y siguen tratando de convencernos de que es una solución. Pero ya la probaron, no resultó, y esto sigue siendo una zona de sacrificio. Aquí hay involucradas personas mayores, mujeres embarazadas y niños, se están vulnerando todos sus derechos.

¿A qué se refiere con zona de sacrificio?

Las personas duermen en las calles y se sacrifica una zona por no tener las condiciones adecuadas para que haya un verdadero control, para que que las personas puedan ver la parte sanitaria. Al gobierno le damos lo mismo.

¿Qué riesgo ve ud. en esta situación?

Que la ciudad se vea desbordada. Esto puede provocar, y ya ha provocado, que suban los números (de Covid-19) y que la ciudad retroceda en el plan Paso a Paso, porque el descontrol de la frontera genera un descontrol en la cantidad de enfermos. Nosotros tuvimos una de las cuarentenas más largas del país. Por eso, las condiciones de ingreso no regulado afectan a toda la población.