Este jueves el exministro de Hacienda, Andrés Velasco, participó del Seminario Internacional Digital: “Puentes hacia el Futuro” organizado por BICE, y realizó críticas que van desde los retiros de fondos de pensiones, hasta las propuestas de los candidatos presidenciales que buscan un cupo en La Moneda.

En la instancia, el economista analizó las medidas adoptadas en EE.UU., México, Argentina y Perú, entre otros países de la región. Y, si bien advirtió que en los próximos meses se debería observar una baja en el crecimiento a largo plazo como efecto de la pandemia, señaló que más allá de las razones productivas, uno de los grandes obstáculos a la recuperación que hoy enfrenta la región se debe a factores políticos.

Y Chile no se queda atrás.

Según señaló el académico, el gobierno de Sebastián Piñera “sin duda llegó tarde” con las ayudas económicas a las familias chilenas. Un escenario que, a su juicio, no era una justificación suficiente para sustituir esos ingresos a partir de los retiros del 10% de las AFP.

“Los retiros son una mala idea por muchas razones, que van más allá de la inflación. Son una mala idea porque los gobiernos existen para que la gente reciba ayuda en momentos de crisis, y el gobierno de Chile se demoró en iniciar esas ayudas. Pero si uno mira también el consolidado de los gastos, es cierto que Chile desde el punto de vista fiscal ha hecho un esfuerzo importante y ese esfuerzo se acaba de extender”, dijo Velasco.

Pero no solo dejó caer aquella responsabilidad en el equipo de Piñera, sino que también apuntó sus dardos hacia el Congreso. Pues, bajo su parecer, tanto diputados como senadores pudieron “haber actuado de modo audaz y exigente, pero en otra dirección”.

“Si efectivamente el parlamento tenía la convicción de que el gobierno tenía que gastar más plata, podría haber usado las mismas triquiñuelas que usó para aprobar los retiros, para presionar al gobierno a que gastara más”, sentenció.

Pero no solo los retiros previsionales fueron foco de críticas. La expansión del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que implicará el Estado un desembolso de US$7.000 millones, sumado a otros beneficios fiscales como el subsidio laboral, configuran un escenario inflacionario en el que, según la mirada del exministro, es clave “repensar el lado de la oferta y la demanda”.

Y dijo que si bien, “el tamaño del paquete fiscal estuvo y está dentro de los más grandes de América latina”, no ve hasta el momento “indicaciones de que en Chile haya un rebrote inflacionario definido como algo duradero o que nos debe preocupar por varios meses”.

Pues, según indicó Velasco, el hecho de que a mediados de julio de este año el Banco Central haya optado por elevar la tasa por primera vez desde enero de 2019, es una señal de que “la política fiscal y monetaria en Chile tiene los instrumentos para ponerle coto a esa inflación si llegara a agudizarse”. “Lo que no quita que tengamos la obligación como país de tomar buenas decisiones en materia fiscal y previsional”, agregó.

En este contexto y de cara a la presentación del presupuesto del 2022 que debe hacer el gobierno a más tardar el próximo 30 de septiembre, el académico destacó que es clave retomar la disciplina fiscal. De manera que “hay que saber cuándo pisar el acelerador, y hay que saber cuándo sacarlo”.

“Precisa y exactamente para que la política fiscal esté disponible para ser usada en tiempos difíciles, hay que sacar el pie del acelerador cuando los tiempos se vuelven menos difíciles”, dijo. Y reconoció que si bien es una tarea difícil, ya que “la gente te pide este año lo que tuvo el año pasado”, es una acción que se justificaría dado el contexto de recuperación que hoy experimenta la economía chilena. De manera que “el impulso fiscal del próximo año no puede ser comparable al actual”.

“Estamos hablando de otra etapa. Estamos hablando de sobrecalentamiento, de la dificultad para encontrar mano de obra, de la escasez de ciertos bienes. Y es evidente que la economía ya no está colapsada. Está recuperándose”, sostuvo.

Asimismo agregó que, aunque las ayudas no puedes acabar de un año a otro, “lo que sí debe ocurrir es que las familias, las empresas y los mercados financieros tengan un horizonte y digan: si el año 2021 se gastó 10, el año 2022 se gastarán 5 y el año 2023 se gastarán 2,5″. Pero el problema es que hoy “nadie sabe cuál es el próximo horizonte porque nadie sabe cuál será el próximo gobierno”, explicó.

Consultado respecto a cuál sería el peor y el mejor escenario para el país durante los próximos cuatro años, considerando las distintas propuestas de gobierno que incluyen la condonación de deudas como el CAE e incluso la gratuidad del transporte público, Andrés Velasco no titubeó y respondió: “Ojalá gobierne el centro y la centro izquierda. El mundo ha tenido una dosis excesiva de populismo de derecha y de izquierda”.

Y señaló que pese a que el bloque conformado por la oposición moderada “no es perfecta”, afirmó que sí “es infinitamente más responsable y menos populista que las alternativas”.

“Creo que cuando la centro izquierda gobernó en Chile, mostró un sentido de la responsabilidad admirable que algunos hoy en día insisten en denostar y que a mí me parece un componente central del buen gobierno”, señaló.

Por último, destacó la necesidad del país de contar con “un Estado más vigoroso en materia de gasto público”, y advirtió que si Chile no gasta lo suficiente en productividad, la tasa de crecimiento a largo plazo seguirá plana.

“Al final, quienes pagan las consecuencias de esa chatura del crecimiento no son los más ricos, es la gente cuyos sueldos se estancan, y los ingresos de las familias que dejan de crecer”, sentencio.