Quien había sido considerada una figura destacada de la lucha contra el Covid-19 en Estados Unidos, al punto de ser calificado como un “héroe” de la pandemia en el país, ahora está en tela de juicio. El gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, es acusado de maquillar los datos de muertes por coronavirus en hogares de ancianos del estado y ahora de acoso sexual por parte de una exasesora.
En el caso de los decesos en los hogares de ancianos del estado, la polémica nace en medio de una disputa entre el FBI y la facción progresista del Partido Demócrata, quienes acusan a Cuomo de ocultar los datos de las muertes en los centros geriátricos de Nueva York. Según CNN, los líderes demócratas de Nueva York están en discusiones activas para redactar un proyecto de ley para derogar los poderes ejecutivos de emergencia ampliados de Cuomo.
El caso fue revelado por The New York Times, luego de que la secretaria del gobernador, Melissa DeRosa, confesara que la administración de Cuomo -quien ocupa el cargo desde 2011- “pausó” la liberación del número total de decesos de ancianos. En la investigación, se comparó la cifra oficial de muertes, 8.500, con la entregada por los propios centros, que sobrepasaba los 15.000 fallecidos. Los mayores que vivían en residencias, pero que habían muerto en hospitales, no entraban en la estadística.
El gobernador tuvo que reconocer luego que su equipo de administración maquilló las cifras por miedo a que el entonces gobierno del Presidente republicano Donald Trump iniciara una investigación con motivación política, destaca el diario El País. Cuomo había responsabilizado al ahora expresidente del brote en Nueva York por no cerrar antes las fronteras con Europa.
En el marco del mismo caso, el asambleísta estatal Ron Kim afirmó que Cuomo amenazó con “destruirlo” durante una llamada telefónica privada. En un informe de CNN, Kim acusó al gobernador de haberlo contactado tras sus fuertes críticas por cómo el estado manejó el conteo de muertes en los asilos de ancianos. Cuomo, supuestamente, dijo que “tenía el poder para destruirlo”.
Pero el gobernador negó categóricamente las acusaciones de Kim. Cuomo señaló que el legislador distribuyó una misiva en la que lo acusó de forma directa de participar en la “obstrucción de la justicia” al retener durante meses la cifra real de muertos por Covid-19 en los hogares de ancianos.
Las acusaciones de Lindsey Boylan
Esta polémica, sin embargo, no es la única que afecta a Cuomo. Ahora Lindsey Boylan, una exasistente del gobernador y actual candidata a presidenta del condado de Manhattan, reveló nuevos detalles sobre el supuesto acoso que sufrió durante los cuatro años que trabajó para el demócrata, y que Cuomo ha negado.
Boylan, que llegó a ocupar el cargo de vicesecretaria del Departamento de Desarrollo Económico antes de dejar la oficina del gobernador en 2018, afirmó en diciembre, a través de Twitter, que el político la había “acosado sexualmente durante años”. Cuomo aseguró: “Los tuits simplemente no son verdad”, y agregó que creía que “una mujer tiene el derecho de expresar su opinión”.
Pero ahora, Boylan fue más allá y publicó una carta en Medium, donde asegura que en una ocasión, en octubre de 2017, el gobernador le propuso jugar al strip poker, una variante del juego de cartas en la que el que pierde se debe quitar prendas de ropa y que en otra la besó en los labios.
“Estábamos volando a casa tras un evento en el oeste de Nueva York en octubre de 2017 en su avión pagado con impuestos. Él estaba sentado frente a mí, tan cerca que nuestras rodillas casi se tocaban. Su ayudante de prensa estaba a mi derecha y había un policía estatal detrás de nosotros”, escribió Boylan.
Poco después de publicarse el escrito, la secretaria de prensa del gobernador, Caitlin Girouard, negó las alegaciones de Boylan subrayando: “Como dijimos antes, las acusaciones de la señora Boylan sobre un comportamiento inapropiado (de Cuomo) son simplemente falsas”.
Pero Boylan asegura que al menos dos compañeras de trabajo le confesaron que habían pasado por situaciones similares a la suya, pero que no se atrevían a denunciarlo. “Espero que al compartir mi historia pueda abrir el camino a otras mujeres para que hagan lo mismo”, dijo la exasesora.
Estas polémicas tienen a Cuomo en su momento más bajo. Lejos parecen los tiempos en que, al principio de la pandemia, era elogiado por sus francas conferencias de prensa -que le valieron un premio Emmy por su “dominio maestro” de la información durante la primera ola- y sus fervientes súplicas por más equipo médico del gobierno federal.
Junto con publicar un libro en octubre titulado Crisis estadounidense: lecciones de liderazgo de la pandemia por Covid-19, el demócrata llegó hasta a sonar como fiscal general de EE.UU. en la nueva administración de Joe Biden, un cargo que lo hubiera puesto cerca de la Casa Blanca. Incluso, antes de que se destaparan los escándalos que hoy lo tienen cuestionado, Cuomo era considerado como favorito para las presidenciales de 2024.