El 19 de julio pasado, un ciudadano boliviano de 62 años salió desde Perú en un avión con destino a Argentina. Días después de la autorización de su ingreso a Córdoba, que contó con el respaldo de un certificado de examen de antígeno negativo, el viajero comenzó a sufrir síntomas respiratorios y finalmente fue confirmado como el primer caso positivo de la variante delta en el país. El denominado “paciente cero” falleció el domingo después de tres semanas internado en un hospital por “neumonía bilateral grave”, dejando más de 800 aislados tras incumplir la cuarentena obligatoria.

Horas después de la noticia del primer deceso causado por la variante identificada por primera vez en India, el hospital Rawson confirmó que una mujer de 38 años sin el esquema de vacunas contra el Covid-19, con comorbilidades y que formaba parte del grupo de 33 contagios vinculados al “caso cero” murió con el mismo diagnóstico. La paciente estuvo dos semanas hospitalizada con respirador mecánico. En tanto, otra mujer que también fue contacto estrecho sigue internada en estado estable.

Según el diario La Nación, el “paciente cero” había sido imputado junto a otras cuatro personas por violación del artículo 205 del Código Penal por propagación de una enfermedad arriesgando condenas de entre tres y 15 años. El extranjero estaba radicado en Córdoba, pero viajó a Perú donde estuvo dos meses antes de retornar a territorio argentino, por lo cual no se vacunó cuando llegó su turno.

Después de la confirmación oficial por secuenciación genómica de la variante delta, el 27 de julio, el Ministerio de Salud de Córdoba ha confirmado al menos 60 infectados. En un operativo multitudinario, las autoridades se vieron obligadas, además de contactar al “árbol de contactos del contagiado”, a testear en dos días a más de mil personas vinculadas al caso, incluyendo cinco colegios, dos de los cuales fueron cerrados de manera preventiva.

Aún con la activación de los protocolos sanitarios, el último reporte oficial nacional que da cuenta de los casos de variante delta fue publicado el 18 de agosto, por lo que no hay claridad sobre la expansión de esta variante que sería hasta un 60% más contagiosa que la descubierta en Wuhan, China.

“Hasta el viernes 13 de agosto, en Argentina han sido identificados 130 casos de la variante delta confirmados por laboratorio, de los cuales 125 corresponden a casos importados (100 a viajeros internacionales y 25 a personas relacionadas con dichos viajeros); y cinco casos no relacionados a la importación”, informó el Ministerio de Salud argentino.

Sobre el brote de Córdoba, el reporte revela que el 28,2% de las tomas a viajeros eran delta, mientras que una semana antes significaban sólo el 13%, lo que refleja un rápido avance de la circulación de esta variante del virus.

Personas esperan recibir dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus en la cancha de básquetbol del estadio River Plate, en Buenos Aires. Foto: Reuters

El viernes, el Ministerio de Salud informó que “hay 174 casos con variante delta secuenciada, más 21 casos de contactos estrechos Covid positivos”.

Considerando el margen de error, los casos asintomáticos y personas como el “caso cero” que evitó acudir al médico hasta días después de los síntomas, los expertos advierten que la variante delta podría ya haberse expandido por el país, lo que en “cuatro o cinco semanas “podría significar una circulación comunitaria, lo que amenaza con provocar una nueva ola de Covid-19.

“Se sigue vigilando la circulación, que a la fecha no es todavía predominante, pero ya está cerquita de ser comunitaria”, señaló la ministra de Salud argentina, Carla Vizzotti, ayer, durante una conferencia en Rusia, hasta donde llegó para estudiar el uso pediátrico de la vacuna Sputnik V, así como el trabajo colaborativo con el Instituto Gamaleya.

Según la agencia Télam, a nivel país la predominancia de Covid-19 corresponde a la variante gamma -surgida Brasil-, pero en el Área Metropolitana de Buenos Aires hay una prevalencia pareja entre gamma y la variante lambda -o andina-, mientras que la variante alpha -descubierta en Reino Unido- sigue presente en algunas ciudades.

Un paciente contagiado con Covid-19 es tratado por el personal médico en Buenos Aires. Foto: Reuters

Actualmente, Argentina es el octavo país del mundo con más contagios, con 5,1 millones de casos, y un total de más de 110 mil muertes por el virus. Debido a las campañas de inoculación en las últimas 12 semanas, el país registra una caída de los casos, con una reducción de casi el 80% en comparación al peak de mayo. Así, de más de 225 mil casos se bajó a 46 mil la semana pasada.

Aún con la caída en los casos, la atención de los argentinos se centra en los cinco casos sin nexo epidemiológico de la variante delta en la capital, debido a que evidencia la “transmisión local”, si bien no confirma la circulación comunitaria porque hasta ahora son “casos aislados”.

Ayer, una mujer de 57 años que regresó de un viaje a España y estuvo aislada el último mes con su familia en Buenos Aires, dio positivo siendo el primer caso en Mendoza. Estos contagios han desencadenado las dudas de los argentinos en medio de la campaña de vacunación.

De acuerdo a las cifras oficiales del sitio Our World in Data, un 60% de la población argentina ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el Covid-19, lo que corresponde a 27 millones de personas. En tanto, un 25,9% completó el esquema de inoculación, o sea, 11,7 millones de personas.

La ministra Vizzotti indicó ayer que están “muy cerca de cumplir este primer objetivo que definió nuestra Comisión Nacional de Inmunizaciones junto al comité de expertos y el Consejo Federal de Salud, de llegar al 60% de cobertura con dos dosis de los mayores de 50 años”. Además, la titular de Salud celebró que “antes de fin de mes” el laboratorio de AstraZeneca enviará “2,2 millones de dosis” y que al final de esta semana se realizaría el contrato final con Pfizer para obtener 20 millones de vacunas.