A las 10:30 horas de este martes, la Comisión de Hacienda del Senado realizó su cambio de mando. Salió Jorge Pizarro (DC) y asumió su correligionaria Ximena Rincón, quien será la segunda mujer en presidir esta instancia desde su creación en 1840.
Entre sus prioridades estará el avanzar en temas como la ley corta de pesca, las exenciones tributarias, el royalty minero y agilizar el plan de ayuda del gobierno. Si bien valora el último anuncio en la materia, sostiene que se debe analizar el detalle de lo presentado.
¿Cómo espera que sea su relación con el gobierno y el oficialismo considerando que ha habido críticas por su doble rol, ya que también es candidata presidencial?
-Espero que por el bien del país sea la mejor de las relaciones y que pongamos el interés del país por delante. Esas críticas nadie me las ha dicho, sino que son transcendidos por la prensa sin nombres. Tengo buena relación con los dos senadores del oficialismo que integran la comisión (Juan Antonio Coloma y José García). Con respecto a lo complejo que pueda ser que sea presidenta de la comisión y candidata presidencial, la verdad es que las mujeres estamos preparadas para hacer muchas cosas al mismo tiempo.
¿No le ve entonces incompatibilidad o algún inconveniente?
-Ni incompatibilidad ni inconveniente. No sé cuál sería la incompatibilidad. Estamos hablando de un rol legislativo, donde cada uno de nosotros impulsa siempre las agendas que creemos que son importantes. No he visto a ningún colega que no haga eso durante toda mi vida legislativa.
¿Cómo recibe el plan de ayuda anunciado el lunes por el gobierno?
-Estábamos esperando hace bastante tiempo un plan más contundente, y creo que si hubiésemos tenido esta misma predisposición del Presidente el año pasado, la situación hubiese sido distinta desde el punto de vista de las familias. Hoy de cada 4 pesos que se han destinado a las familias, 3 pesos han sido entregados por los trabajadores y trabajadoras. Entonces, si bien se debe valorar el esfuerzo, se debe decir con claridad que no podemos seguir con esta lógica de requisitos para que las ayudas lleguen. Por ejemplo, se tiene que aclarar la frase que viene en el anuncio y que tiene relación con el bono clase media: “Lo recibirán las personas que califiquen”. Es necesario que el Presidente aclare esto. Al final la queja de los ciudadanos es que se hace un anuncio, pero se llena de tantos requisitos que no califican y los dejamos en el abandono.
Pero el fondo Covid para ayudas aumenta en US$6.000 millones…
-Se ve contundente, pero hay que esperar el desagregado. También hay que ver lo que ha pasado con las personas y sectores que no han recibido ayudas, como las empresas del sector turismo, gastronomía y el arte que han estado ausentes de las ayudas del gobierno. Le daremos prioridad a esta agenda.
¿Este plan de ayuda le pone freno al avance del proyecto sobre un tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones?
-Es difícil que disminuya el avance, lo que no significa que vaya a ser fácil su tramitación. El gobierno ya ha dicho que es inconstitucional. Es difícil que no avance, porque todavía cuando uno mira el proyecto del bono clase media, excluye a personas que ganan más de $2 millones. Por ejemplo, qué pasa con un profesional que tenía ingresos de $3 millones y que perdió $1 millón, qué hace con los compromisos en educación de sus hijos, el pago de contribuciones, entre otros. El gobierno no quiere entender que hay un problema mayor. Hay tanta focalización que deja afuera a muchas personas que tienen compromisos que enfrentar. El gobierno no debe seguir en esta lógica de focalización.
En ese sentido, si el proyecto del tercer retiro llega al Senado, ¿cuál sería su postura?
-No me gusta que sigamos girando contra los ahorros de los trabajadores, pero frente a que a muchos no le llega ayuda, no queda otra solución que aprobar esa medida. Por eso urge la instalación de una renta básica universal.
¿De cuánto debería ser ese monto?
-Es algo que debemos discutir.
Reformas estructurales
El lunes la Comisión de Hacienda recibió el informe de la Comisión Tributaria que analizó las exenciones. El gobierno ha dicho que no es prioridad, ¿cuál será su postura en la comisión?
-Lo hemos planteado como una medida necesaria. No entendemos que siga habiendo exenciones, dentro de ellas las que dicen relación con la ganancia de capital. El debate tributario más integral tiene que darse a medida que el país vaya recuperando el crecimiento. Tenemos todavía un número importante de personas sin trabajo. Tenemos que mejorar las condiciones para mejorar la contratación y por eso debemos partir primero por eliminar las exenciones y luego podremos discutir qué reforma tributaria nos corresponde hacer. También debemos revisar rápidamente lo que pasa con el impuesto específico a la minería, el royalty, y en eso estamos ya trabajando.
¿Eso significa postergar el debate sobre el impuesto a los súper ricos y dejarlo para esa nueva reforma?
-Todo puede ser revisado y discutido. Chile necesita más recursos, pero claramente en las exenciones es donde está nuestro foco de atención. Además, anoche llegamos a un acuerdo con la bancada de diputados de la DC para apoyar el (cambio al) royalty minero. Y eso será apoyado en la sala de la Cámara de Diputados.
Los críticos dicen que ya existe un royalty y que no se pueden estar cambiando los impuestos todos los días porque afectará la inversión.
-Los críticos lo dicen porque no quieren cambiar el impuesto que hoy existe. Los expertos con los que estamos trabajando señalan que tenemos que revisar con cuidado el impuesto específico a la minería.
Economistas como Vittorio Corbo han dicho que si se cambian tan seguidos los impuestos no habrá proyectos de inversión y eso afectará el crecimiento de mediano plazo, ¿Qué opina al respecto?
-Hoy día tenemos que ser súper responsables. Primero, Chile requerirá mucho más recursos pospandemia, y segundo, necesitamos recuperar el crecimiento y el empleo, y por lo tanto tenemos que ser responsables para ver qué medidas vamos a impulsar. Por eso, me parece responsable partir revisando las exenciones antes de irnos a un aumento de impuestos.
¿El hacerlo de esta manera aminora el impacto en el crecimiento?
-Si lo hacemos de manera transparente, seria y entendiendo que todos van a tener que hacer un esfuerzo, porque no es posible que hasta ahora solo el esfuerzo provenga de los trabajadores, hay muchos empresarios -y he conversado con varios- que están dispuestos a colaborar y ser parte de la solución. Para eso tenemos que sentarnos a conversar y construir un gran acuerdo.
Sobre la reforma previsional, economistas de centroizquierda como Andrea Repetto y Guillermo Larraín han planteado que si bien lo óptimo es que los 6 puntos extra de cotización se vayan a ahorro colectivo, dado el actual escenario se debe comenzar el debate con la fórmula del gobierno de 3% a ahorro colectivo y 3% a cuentas individuales, ya que no se puede seguir atrasando esta reforma. ¿Concuerda con ese análisis?
-Nosotros hicimos una propuesta de ley corta. Se la entregamos al Presidente y al ministro de Hacienda. Esta consiste en subir las pensiones de los que están en retiro programado y los que vayan a ingresar a retiro programado. En paralelo, hay que hacer la discusión de la reforma y pasar del actual sistema, que es de capitalización individual, a uno de pensiones, para que podamos definitivamente tener un sistema de pensiones que tiene que ser solidario, tripartito y mixto. No es un tema de 3% y 3%, sino que de cuál es la pensión que le vamos a entregar a las personas.