Biden da un giro a promesa de campaña y aprueba polémico proyecto de perforación de petróleo y gas en Alaska
La iniciativa, conocida como Willow, tendrá el potencial de producir más de 600 millones de barriles de crudo durante 30 años.
El gobierno del Presidente estadounidense Joe Biden aprobó una versión reducida del proyecto de perforación de petróleo y gas de ConocoPhillips en Alaska, valorado en US$ 8.000 millones de dólares, que tendrá el potencial de producir más de 600 millones de barriles de crudo durante 30 años, informó CNN.
La decisión se conoce a pesar de una agresiva campaña de última hora de los opositores a la iniciativa, que afirman que el desarrollo de las tres perforaciones en el noroeste de Alaska entra en conflicto con los muy publicitados esfuerzos de Biden por luchar contra el cambio climático. De hecho, el mandatario demócrata prometió durante la campaña que este tipo de medidas no se llevarían más a cabo. “No más perforaciones en tierras federales, punto. Punto, punto, punto”, dijo entonces.
Según The New York Times, la distancia entre la promesa de campaña de Biden y su aprobación de ese plan se explica por una crisis energética mundial, la intensa presión de los legisladores de Alaska (incluido el único miembro demócrata de la Cámara de Representantes del estado), un año electoral inminente y un complicado panorama legal que, según los abogados del gobierno, dejaba pocas opciones para Biden.
La aprobación del proyecto Willow marca un punto de inflexión en el enfoque de la administración para el desarrollo de combustibles fósiles. Hasta este punto, los tribunales y el Congreso han obligado a Biden a firmar algunos contratos de arrendamiento limitados de petróleo y gas. Willow sería uno de los pocos proyectos petroleros que el mandatario demócrata ha aprobado libremente, sin orden judicial ni mandato del Congreso, indicó el diario.
Y llega cuando la Agencia Internacional de Energía ha dicho que los gobiernos deben dejar de aprobar nuevos proyectos de petróleo, gas y carbón si el planeta quiere evitar los impactos más catastróficos del cambio climático.
En última instancia, la administración Biden hizo el cálculo interno de que no quería pelear con ConocoPhillips, la empresa detrás del proyecto Willow. El diario recordó que ConocoPhillips ha tenido contratos de arrendamiento del posible sitio de perforación durante más de dos décadas, y los abogados del gobierno argumentaron que rechazar un permiso desencadenaría una demanda que podría costarle al gobierno hasta US$ 5.000 millones, según funcionarios de la administración que pidieron no ser identificados para poder discutir la estrategia legal.
El destino del proyecto ha sido seguido de cerca, en momentos en que Biden trata de equilibrar sus metas de descarbonización de la economía estadounidense y restaurar el liderazgo de Washington en materia de cambio climático, con la necesidad de aumentar el suministro nacional de combustible para mantener los precios bajos.
Naciones Unidas, que ha instado a los países a acelerar la transición para abandonar los combustibles fósiles, criticó la medida. “No son proyectos que nos muevan en la dirección correcta”, dijo a la prensa el portavoz Stéphane Dujarric cuando se le preguntó por la aprobación de Willow.
La aprobación ha provocado la alabanza de las autoridades de Alaska y de la industria petrolera. Esto, porque las autoridades de este estado norteamericano afirman que el proyecto creará 2.500 trabajos de construcción y aproximadamente 300 trabajos permanentes. Además, ConocoPhillips dijo que el proyecto podría generar hasta US$17 mil millones en nuevos ingresos para los gobiernos federal, estatal y local. Alaska depende en gran medida de los ingresos procedentes de la producción de petróleo, pero la producción ha disminuido drásticamente desde la década de 1980.
“Creo que el pueblo de Alaska ha sido escuchado”, declaró la diputada demócrata Mary Peltola en una conferencia con periodistas citada por la agencia Reuters. “El estado de Alaska no puede llevar solo la carga de resolver nuestros problemas de calentamiento global”, añadió.
El proyecto podría producir hasta 180.000 barriles de petróleo por día, según la compañía, alrededor del 1,5% de la producción total de petróleo de EE.UU. Willow es actualmente el proyecto petrolero propuesto más grande en tierras públicas de EE.UU. El senador republicano de Alaska, Dan Sullivan, dijo que podría ser “uno de los proyectos de desarrollo de recursos más grandes e importantes en la historia de nuestro estado”.
En lo que va del año, alrededor de 498.000 barriles de petróleo por día han fluido a través del oleoducto trans-Alaska, muy por debajo del máximo de finales de la década de 1980 de 2,1 millones de barriles.
ConocoPhillips Alaska había propuesto cinco sitios de perforación como parte del proyecto. La Oficina de Administración de Tierras de EE.UU. aprobó tres, que dijo que incluirían hasta 199 pozos en total.
La compañía también acordó ceder los derechos sobre aproximadamente 27.500 hectáreas en arrendamientos existentes dentro de la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska, donde se encuentra Willow. La acción reduce el uso de agua dulce del proyecto y elimina toda la infraestructura relacionada con los dos sitios de perforación rechazados, incluidos aproximadamente 18 kilómetros de caminos, 32 kilómetros de tuberías y 54 hectáreas de grava, todo lo que reduce los impactos potenciales para la migración del caribú y los usuarios de subsistencia, dijo el Departamento del Interior de EE.UU.
El uso del aceite de Willow produciría el equivalente a más de 263 millones de toneladas (239 millones de toneladas métricas) de gases de efecto invernadero durante los 30 años de vida del proyecto, aproximadamente igual a las emisiones combinadas de 1,7 millones de automóviles de pasajeros durante el mismo período. Tendría una reducción de aproximadamente un 8% en las emisiones en comparación con el enfoque preferido de ConocoPhillips, con sede en Houston.
La decisión se conoce después de que el gobierno de Biden anunció el domingo nuevas medidas de protección de la tierra y el agua de Alaska. Biden dejará casi 1,21 millones de hectáreas del mar de Beaufort en el océano Ártico “indefinidamente fuera de los límites” para el petróleo y gas, basándose en una prohibición de la era Obama y cerrando efectivamente las aguas del Ártico de Estados Unidos a la exploración.
Grupos ecologistas, sin embargo, criticaron a la administración de Biden, diciendo que estaba tratando de “estar a ambos lados” cuando se trataba de cambio climático. “Promover el desarrollo de energías limpias carece de sentido si seguimos permitiendo que las empresas saqueen y contaminen a su antojo”, declaró Wenonah Hauter, directora ejecutiva de Food & Water Watch.
Los grupos ecologistas han dicho que impugnarán Willow ante los tribunales. El senador Dan Sullivan, de Alaska, declaró que la delegación del Congreso espera un recurso legal inminente y prepara un informe amicus curiae para defender el proyecto.
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