A la medianoche del domingo al lunes, luego de mucha expectación y cuentas regresivas, los clubes nocturnos británicos reabrieron sus puertas a medida que el país levantaba casi todas las restricciones impuestas para combatir el Covid-19, pese al aumento de casos producto del avance de la variante delta.

El primer ministro británico, Boris Johnson, eliminó oficialmente casi todas las restricciones de coronavirus en Inglaterra el lunes, incluidas la obligatoriedad de usar mascarilla y los límites a las reuniones (en el resto de Reino Unido rigen diferentes normas). Así, Inglaterra estrenó lo que la prensa británica denominó “Día de la Libertad”, pese a que los contagios diarios siguen alrededor de los 50.000.

El premier británico está confiando en que la vacunación masiva y el sentido común de la población evitará una nueva ola de contagios, señalando que los ciudadanos deben decidir por sí mismos qué riesgos están dispuestos a correr.

“Lamentablemente, el virus todavía existe”, dijo Johnson el domingo, instando a la gente a ser cautelosa, mientras entraba en un período de aislamiento de 10 días luego de que el secretario de Salud, Sajid Javid, diera positivo por Covid-19.

La agencia de salud pública de Inglaterra estima que la vacuna desarrollada por Pfizer/BioNTech reduce el riesgo de hospitalización en más del 90% después de dos dosis, y se piensa que la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca lo disminuye en más de un 80%. El riesgo de morir después de haber recibido dos dosis de cualquiera de las dos vacunas es aún menor.

Sin embargo, aunque casi el 88% de los adultos en Reino Unido ha recibido al menos una dosis de la vacuna y más de dos tercios están completamente vacunados, los casos siguen aumentando rápidamente en el territorio. El promedio de casos nuevos en siete días superó los 45.000 el domingo, más del doble que a fines de junio y la cifra más alta desde fines de enero.

El número de fallecidos y hospitalizados, en tanto, es considerablemente menor que en las primeras etapas de la pandemia. Las admisiones hospitalarias están cerca de las 600 diarias, mientras que las muertes diarias promedian alrededor de 40. A fines de enero, las hospitalizaciones superaban las 4.000 por día y se registraron más de 1.200 decesos diarios.

Aunque Javid ha dicho que los casos podrían llegar a 100.000 por día, el gobierno tiene la esperanza de que la vacunación masiva permita que el sistema de salud británico no se sature con personas gravemente enfermas.

No todos están de acuerdo con esta estrategia. Docenas de científicos firmaron una carta publicada en la revista médica The Lancet, donde denuncian el plan de Johnson, llamándolo “peligroso y prematuro”. Además, advierten que esta reapertura podría generar la aparición de nuevas variantes, ya que la propagación le da al virus más oportunidades de mutar.

El epidemiólogo Neil Ferguson, miembro del Grupo Asesor Científico para Emergencias (SAGE) de Reino Unido, dijo a la BBC que es “casi inevitable” que los casos de coronavirus diarios lleguen a 100.000, junto a un millar de hospitalizaciones. “Podríamos llegar a 2.000 hospitalizaciones y 200.000 casos diarios”, dijo el experto, agregando que en al menos tres semanas más se podrán evaluar los efectos del levantamiento de las restricciones.

Algunas restricciones, como el requisito de autoaislarse después de dar positivo y poner en cuarentena a viajeros de ciertos países, permanecen vigentes, y los cambios aplican solo a Inglaterra. Las otras naciones menos pobladas de Reino Unido -Escocia, Gales e Irlanda del Norte- han establecido sus propias políticas, aunque están tomando un rumbo similar.

Sin embargo, los británicos tampoco están convencidos de que el virus ya no representa un peligro para su salud, por lo que la mayoría de ellos seguirá evitando fiestas y lugares cerrados, pese al fin de las restricciones. Según una encuesta de YouGov para el diario The Times, menos de un tercio de los adultos se sentirían cómodos yendo a una fiesta con mucha gente.

Personas caminan por el Puente de Londres durante la hora punta, el lunes. Foto: AP

El sondeo muestra que el 31% de las personas encuestadas estarían felices de ir a una fiesta en las próximas semanas, mientras que un 53% no lo estaría. Poco más de un tercio (34%) estaría feliz de ir al teatro, pero el 48% no lo haría. Por último, solo el 20% de las personas entre 18 y 24 años dijo que estaría feliz de ir a un club nocturno, y un 53% no lo haría.

En general, según la encuesta realizada por YouGov la semana pasada, el 55% de más de 1.700 adultos de Reino Unido piensa que reabrir es una decisión incorrecta.

En la misma línea, otra encuesta reciente de Ipsos mostró que el 70% de los encuestados quería que el uso de mascarillas siguiera siendo obligatorio en lugares cerrados durante un mes más.

Sin embargo, destaca el diario La Vanguardia, miles de jóvenes hicieron fila la medianoche del domingo al lunes para disfrutar en las discotecas y clubes nocturnos sin límites, sin restricciones, sin mascarillas, sin distancia de seguridad y sin medidas sanitarias, después de 480 días tras el primer confinamiento.

“No me han dejado bailar durante lo que me ha parecido una eternidad”, dijo a Reuters Georgia Pike, de 31 años, en el Oval Space en Hackney, al este de Londres. “Quiero bailar, quiero escuchar música en directo, quiero vibrar en un concierto y estar rodeado de otras personas”, añadió. Este lunes también reabrieron los teatros.