Bruno Stagno, director ejecutivo adjunto de defensa de Human Rights Watch: “Un cese el fuego no va a terminar los abusos y crímenes que se están cometiendo contra palestinos”

En entrevista con La Tercera, Stagno afirma que hay que “atender las causas estructurales, tratar de desmantelar todas las formas de persecución y discriminación que de alguna manera privilegian a los israelíes judíos sobre los palestinos”.


Desde septiembre de 2014, Bruno Stagno ejerce como director ejecutivo adjunto de defensa de la organización Human Rights Watch (HRW). Antes de unirse a la ONG fue director ejecutivo del Security Council Report (2011-2014) y ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica entre 2006 y 2010.

En su actual cargo ha estado involucrado muy de cerca en el informe de abril pasado en el que HRW señala que el gobierno de Israel está cometiendo crímenes de lesa humanidad de apartheid y persecución. En entrevista con La Tercera, Stagno analiza el conflicto entre palestinos e israelíes.

El viernes pasado Israel y Hamas acordaron un alto el fuego y el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, visitó esta semana la zona. ¿Qué tan frágil se ve este cese el fuego?

Nos complace ver que hay un cese el fuego, pero hay que ser muy realistas. No es un cese el fuego el que va a solucionar los problemas ni va a terminar los abusos y crímenes que se están cometiendo. Aquí hay que atender las causas estructurales, las razones de raíz que son las que han generado conflictos en distintos momentos y esto implica ahondar mucho más profundo, más allá de un simple cese el fuego y realmente tratar de desmantelar todas las formas de persecución y discriminación que de alguna manera privilegian a los israelíes judíos sobre los palestinos. Esto requiere reformas mayores a los procesos de ciudadanía y nacionalidad, a la libertad de circulación, a la asignación de tierras y recursos, al otorgamiento de permisos de construcción, para que pueda haber un trato equitativo e igualitario entre los israelíes judíos y los palestinos. Mientras esas razones estructurales de discriminación y persecución no encuentren solución, pues lo más probable -como ya lo ha demostrado en la historia reciente y pasada, del territorio palestino ocupado- el descontento, el sentimiento de que hay discriminación y que hay persecución probablemente va a llevar a nuevos enfrentamientos. Es por eso que es necesario que la comunidad internacional vea más allá de un cese el fuego, vea más allá de un simple proceso de paz y realmente se aboque a darles una solución perenne a las razones estructurales de este conflicto.

Usted participó del informe llamado “Se ha traspasado el umbral”, en el que HRW examina las políticas y prácticas israelíes hacia los palestinos en los territorios palestinos e Israel y los compara con el trato de los judíos israelíes que viven en las mismas zonas. ¿Qué puede detallar sobre la elaboración del reporte?

Fue un trabajo de tres años en el caso de este informe particular. Este informe se basa en informes previos hechos por HRW a lo largo de los años sobre otros crímenes y otros abusos cometidos por el gobierno de Israel. Son tres años de un estudio muy minucioso, no solo de terreno, sino que también de documentación oficial, ya sea a nivel nacional o municipal en Israel. Ha sido a base de entrevistas, las que no solo han sido con personas que son víctimas de estas formas de persecución y discriminación, sino que también con aquellos que tienen que ejecutar las órdenes que ha establecido el gobierno de Israel para que se cometan estos crímenes de apartheid y persecución y también está basado en conversaciones y en el trabajo realizado por otras organizaciones. El año pasado una organización de derechos humanos israelí publicó su propio informe, donde también llegó a la conclusión de que se estaba cometiendo el crimen de apartheid. Y en enero de este año otra organización de derechos humanos israelí, B’Tselem, llegó a una conclusión similar. Así como lo han llegado relatores especiales de Naciones Unidas. Entonces si bien es un informe duro e incómodo, está basado en la definición del crimen de apartheid que está contenida en la convención sobre apartheid de 1973 y también en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional de 1998. Estamos no solo totalmente seguros de las conclusiones a las cuales hemos llegado, sino que creemos que, además -como denota este informe-, la narrativa que ha predominado hasta esta fecha, de que básicamente lo que existe en Israel y en el territorio ocupado palestino es un conflicto que lo único que necesita es un proceso de paz, es totalmente insuficiente ante la no existencia de un proceso de paz, no se puede seguir simplemente aplastando la situación dramática de los derechos humanos de millones de palestinos, que muchos de ellos sufren a diario estas formas de persecución y discriminación, que en distintos lugares y distintas formas pueden constituir los crímenes de apartheid y persecución.

El informe fue duramente criticado en Israel. Incluso, hay quienes lo han calificado de antisemita. ¿Cómo responden a esos cuestionamientos?

Ha habido una acogida realmente espectacular para este informe. No sólo ha sido cubierto por un montón de medios de gran prestigio como The New York Times, The Washington Post, The Guardian, Le Monde y muchísimos otros. Inclusive la narrativa de que se está cometiendo el crimen de lesa humanidad de apartheid en los territorios palestinos ocupados ha sido retomado por muchísimos expertos, ha sido referenciado por distintos gobiernos e inclusive estamos viendo que mañana (jueves), por ejemplo, va a haber una votación para un proyecto de resolución en Ginebra en el Consejo de Derechos Humanos para el eventual establecimiento de una comisión de investigación internacional que podría enfocarse, entre otras cosas, en la comisión de crímenes de lesa humanidad, incluyendo el crimen de apartheid y el crimen de persecución. Hemos estado sorprendidos por la acogida sumamente positiva y las críticas de que este informe es antisemita son totalmente infundadas. HRW tiene una larga trayectoria de investigar la situación en Israel y en los territorios ocupados palestinos y también de señalar los crímenes que cometen ambas partes, y con ello me refiero no solo al gobierno de Israel, sino también a la Autoridad Palestina en Cisjordania y también Hamas en la Franja de Gaza. Y aquellos que tratan de utilizar el término de antisemita son aquellos que no quieren ver la realidad, una realidad que es un régimen de discriminación que hemos podido documentar y que está ampliamente demostrado. No solo mediante declaraciones hechas incluso por personas que trabajan en la planificación urbana en Israel, sino que ha habido muchas declaraciones de funcionarios. Esto está demostrado en los registros inmobiliarios y está demostrado por las políticas de discriminación que obviamente establecen un régimen donde se privilegia a los israelíes judíos sobre los palestinos y esto pasa por ámbitos como los procesos de ciudadanía, nacionalidad, asignación de tierras y recursos, libertad de circulación, acceso al agua, electricidad y otros servicios. Y, obviamente, como vimos hace poco, el otorgamiento de permisos de construcción o, más bien, la denegación de permisos de construcción y las órdenes de evicción.

Como lo ocurrido en el barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este…

El caso que menciona arroja a la luz esta discriminación que existe, donde aplican normas de manera distinta dependiendo si se trata de una persona que es israelí judío o si es un palestino. En Sheikh Jarrah el problema es que se está tratando de validar un título de propiedad o, por lo menos, una pretensión de un título de propiedad de parte de algunos israelíes judíos en Jerusalén Este, a pesar de que esos títulos de propiedad anteceden a 1948. Esto cuando en Israel y en los territorios palestinos ocupados no se respetan los títulos de propiedad que tenían o que tienen los palestinos sobre propiedades de los cuales ellos eran los legítimos propietarios anteriormente a 1948. Esto denota cómo hay un doble recelo, una aplicación distinta de normas y de leyes y es precisamente por ello que estos desalojos y estas evicciones no son simple y llanamente un tema inmobiliario, un tema jurídico, sino que obviamente denotan y revelan estas formas de persecución y discriminación sobre los cuales hace hincapié nuestro informe y otros informes.

¿Qué otros problemas enfrentan? Existen menciones a la extensión del muro y la construcción de asentamientos.

Obviamente el muro de seguridad o la barrera de seguridad ha sido un enorme trastorno para el diario vivir de los palestinos que necesitan transitar de un lado a otro, sea por razones familiares, laborales, sea por razones de salud, educación, y ellos son los que se ven perjudicados. No se ven perjudicados los israelíes judíos que sí tienen la posibilidad de pasar de un lado a otro sin mayor contratiempo, y cuando hablo de contratiempo hablamos de múltiples horas, hablamos a veces de que se les deniegan los permisos y que solamente tienen permiso, por ejemplo, para visitar una propiedad una vez al año, bajo condiciones sumamente restrictivas. Pero no se trata solamente del muro físico, de la barrera física, se trata también de los más de 600 puestos de control que obviamente perturban el diario vivir de los millones de palestinos que necesitan transitar, pero también movilizarse de una isla a otra, porque lo que se ha visto es que a medida que se han multiplicado los asentamientos ilegales, lo que se ha generado en realidad es una serie de enclaves o islas, que es lo que eventualmente queda de lo que podría ser un futuro Estado palestino. Estamos hablando aproximadamente de unas 160 islas o enclaves, no se trata solo de la circulación, sino que también el goce de derechos fundamentales sumamente difíciles, y es por eso que todas estas restricciones a las libertades fundamentales son parte de esta política de persecución y discriminación que busca privilegiar a unos, los israelíes judíos, sobre otros, los palestinos.

La Corte Penal Internacional anunció en marzo la investigación formal por crímenes de guerra en los territorios palestinos. ¿Qué se puede esperar de esto?

Palestina ha aceptado la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, lo que implica que lo está aceptando para todos los que eventualmente estarían cometiendo abusos y crímenes. Esto incluye a Hamas y la Autoridad Palestina. Lo triste es ver que si Palestina acepta la jurisdicción de la corte, Israel se rehúse a hacerlo. La corte es una instancia judicial independiente, la justicia tiene sus tiempos y sus métodos. Nosotros respetamos esa independencia que pide la oficina de la fiscal para hacer sus investigaciones y apoyamos el hecho de que la corte se enfoque en serios crímenes y abusos que están cometiendo todas las partes, como dije al inicio. También creemos que la corte debe, y lo está haciendo, investigar los abusos y los crímenes cometidos, por ejemplo, por Hamas o eventuales abusos y crímenes cometidos por la Autoridad Palestina, pero eso no debe obviar de que los abusos y crímenes, incluyendo crímenes de lesa humanidad que está cometiendo el régimen de Israel, deben ser investigados por la comunidad internacional, incluyendo la CPI.

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